Dentro del concepto neofascista de país que embarga a buena parte de la cúpula gobernante, hay varias cosas que sobran, que molestan en su nueva visión de España.
Una de ellas son los inmigrantes…los extranjeros. Aunque también sobran los sindicatos, los concejales de otros partidos, las libertades individuales; los derechos de las mujeres, de los trabajadores….Suma y sigue sumando.
Algunas voces fuera de nuestro país se preguntan por qué en España no existen partidos de extrema derecha que consigan un respaldo suficiente para ser representados en los parlamentos. La respuesta es muy sencilla; un solo partido es el aglutinante de esas tendencias de extrema derecha, excluyentes, fundamentalistas, xenófobas y misóginas. La casa común.
Todas ellas conviven dentro del magma y han sido admitidas, toleradas, fomentadas y mezcladas con las bases de la derecha democrática y democristiana. Han tomado el mando de un partido que ha sido -en la historia reciente- fundamental para el equilibrio político y, cuya imprescindible moderación está ya desaparecida.
A día de hoy, los extranjeros les sobran a los dirigentes del Partido Popular por varias cuestiones. En primer lugar los consideran de otra “clase”, de una raza y cultura inferior y por tanto despreciable. No juzgan a las personas por sus hechos , lo hacen por su procedencia o por el color de su piel. También les sobran porque ya no los necesitan para explotarlos laboralmente en sus negocios…para sacarles un rendimiento en aquellos trabajos en los que hace tan solo cinco años ningún español quería trabajar.
Sobre estas dos cuestiones fundamentales, sobresale una tercera: los inmigrantes, los extranjeros, son un fantástico chivo expiatorio al que culpar de todos los males de este sistema creado por la derecha liberal y capitalista a la cual sirve el gobierno de Mariano Rajoy.
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Lo que más me sorprendía (hace unos meses) era ver a algunos de esos incautos extranjeros con su papeleta del PP en las elecciones del año pasado, dando el voto a sus verdugos…¡inaudito!. Ahora se estarán dando cuenta de cuales son las verdaderas intenciones y los principios de los de la gaviota.
Aunque aquí no acaba todo. Los extranjeros no les durarán toda la legislatura. Cuando les hayan quitado la sanidad, las prestaciones sociales, su derecho al pago por desempleo, sus papeles y los hayan expulsado de España, entonces, necesitarán otros chivos expiatorios y quién sabe. ¿Serán los parados los siguientes en quedarse sin sanidad?… Tal vez seas tú el siguiente…O tal vez yo.
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Eso sí, los domingos todos los que han decidido dejar sin asistencia sanitaria a otras personas -por ser inmigrantes- visitarán la iglesia, como buenos cristianos que se creen que son y, amarán al prójimo como a sí mismos (siempre y cuando sea blanco y no moleste).