María Dolores de Cospedal es una mujer moderna, a juzgar por sus hechos…no por sus palabras.
De su vida pública – publicada en los medios, más exactamente- conocemos que pese a que en cierta ocasión -y ante Dios- se dio el “si quiero”, un tiempo después y por los lógicos avatares de esta complicada vida, decidió como hombre – mujer en este caso- romper lo que Dios y la Iglesia habían unido para siempre….el sagrado sacramento del matrimonio. Y se divorció.
Un tiempo después decidió ser madre, pero sin la concurrencia física de un padre. Por lo que recurrió a un varón de alquiler, un donante de esperma, tal vez gallego – dicen que tienen un semen de calidade- y se hizo una inseminación in vitro. Práctica médica no admitida por la arcaica ética de Iglesia Católica. No se sabe que opinó al respecto Rouco Varela…no ha transcendido.
Para terminar, hace unos días, la Secretaria General del PP se casaba en segundas nupcias por lo civil.
Cada día me gusta más “la Cospedal”…mayormente por lo que hace, más que por lo que predica.