Hace tiempos que se comenta que en la Casa de Carramiñana, -en plena calle de San Andrés- habitan fantasmas.
Se aparecen a horarios intempestivos, cuando ya no serían normales las idas y venidas de alumnos o profesores.
En esta casa, han pasado cosas muy extrañas, sucesos paranormales, como aparatos eléctricos que funcionaban sin electricidad; montón de luces encendidas sin que existiera contrato de suministro eléctrico…Siluetas con forma humana que se asoman a las ventanas -en días festivos- a ver como pasa la procesión de los Santos Mártires…Habitaciones que se ventilan por la mañana…
Los vecinos afirman que allí pasan cosas raras, que habitan fantasmas durante todo el año, que pernoctan allí.
Y lo extraño de estas supuestas apariciones radica principalmente en el hecho de que por muy fantasmas que sean, la Casa de Carramiñana es un edificio de propiedad municipal, que se cedió a la peculiar Fundación García Fajer, para su uso como lugar de estudio en el que impartir clases de música, pero no como albergue u hostal para personas o fantasmas.
Ayer martes por la mañana, el concejal de cultura del Ayuntamiento de Calahorra, (José Ibañez) afirmaba en los micrófonos de la cadena SER, que esa fundación (García Fajer) a la que tantísimo trato de favor ha dispensado desde el día en que aterrizaron en Calahorra, le habían dado plantón (vía correo electrónico), anunciando la suspensión de todos los actos de los mismos, anunciados para el mes de abril en el Teatro Ideal. Parece que las famosísimas semifinales de “Violines por la Paz”, se quedarán en agua de borraja.
Se lastimaba el concejal de que estaba intentando llamarles por teléfono pero que no se lo cogían…¡Qué se apunte al club!. Al timbre que no llame.
Hace tiempo que el Ayuntamiento de Calahorra tendría que haberse planteado rescindir el convenio de colaboración con esta fundación tan peculiar, tal vez ahora que ni les cogen el teléfono se den cuenta de que es poco serio hacer negocios seres de naturaleza tan etérea.