Un alto cargo de la DGT, (Federico Fernández) que supongo cambiarán en breve, – olvidando la prudencia que se le presupone a su cargo-, no ha podido resistir la tentación de realizar un comentario tan absurdo como improcedente. Lo de absurdo lo analizamos más adelante.
Este caballero, aporta la posibilidad de que en un futuro no lejano se coloquen peajes de pago en carreteras que ahora son gratuitas.
Sin entrar en la conveniencia o no de dicha medida, lo que sí que es indiscutible es que la responsabilidad de tomar o no esa medida no es del caballero de ancha bocaza que la lanza, sino de aquellos que acaban de ganar las elecciones y por tanto a ellos corresponde tomar esas y otras decisiones con su mayoría absoluta. Es por tanto una soberana salida de tono, que un alto cargo que abandona la DGT, se largue proponiendo semejante cosa.
En segundo lugar, argumenta el Sr. Fernández, que : tal vez tengamos que ser los conductores -que utilizamos las carreteras- quienes paguemos su mantenimiento, no el total de la población.
Este planteamiento es de traca final de fiestas. Como si resultara que de las carreteras solo se benefician quienes conducen sobre ellas.
Toda la sociedad en su conjunto se beneficia de las infraestructuras viarias, desde el camionero que está permanentemente sobre el asfalto hasta la anciana que pese a no haber conducido un vehículo en su vida, se beneficia directamente de las mismas, desde los alimentos que compra en el mercado (llegados por carretera), a sus medicamentos, el dinero de su pensión (que le lleva al banco el furgón de Prosegur) hasta la ambulancia que cuando sea necesario trasladará por carreteras hasta el hospital más cercano.
Las carreteras son imprescindibles para todos, y las utilizamos de una u otra forma la totalidad de la población.No solo los conductores.
Federico…¡Cierra el pico!.