Desconozco -y no entro a valorar- si  una ciudad de menos de 25.000 habitantes, necesita uno, dos o cincuenta aparejadores, es algo sobre lo que no opino. En cualquier caso, Logroño (un ayuntamiento con seis veces más de población que Calahorra) ,  tiene en plantilla 7 aparejadores.

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 Nuestra área municipal de urbanismo, (en Calahorra) se ve incrementada este mes con la reincorporación de un técnico – aparejador-que se encontraba en excedencia. Algo normal que no tendría mayor relevancia en otras áreas y situaciones, pero que en esta ocasión da la justa medida de la clase de “fenómenos” que gobiernan el Ayuntamiento de Calahorra. Resulta sorprendente la dotación de personal de este servicio de urbanismo si lo miramos desde el punto de vista de su evolución en la última década.

Durante muchos años, el área de urbanismo del Ayuntamiento funcionó – mejor o peor- con un solo aparejador en plantilla. Ni tan siquiera teníamos arquitecto municipal, pese a encontrarnos en la época de mayor esplendor de la burbuja inmobiliaria y, pese a que desde la oposición – incluso-  se pedía con recurrencia un arquitecto para dirigir el área.
Corrían años en los que se tramitaban infinidad de licencias de obra, tramitación de futuros sectores a urbanizar (que nunca se hicieron realidad) y mucho movimiento en todo aquello relacionado con el urbanismo.
Curiosamente, los rectores del PP en el Ayuntamiento, no consideraban necesario contratar a nadie más para la gestión técnica, pero a medida que la burbuja se iba pinchando, comenzaron a dotar y crear nuevas plazas de técnicos para el área de urbanismo. El resultado es que en la actualidad, (ahora que no se menea ni un clavo en la construcción), ni se ejecutan nuevos sectores, ni se construye ni rehabilita, ni nada de nada, nos encontramos en la sorprendente situación de que contamos en plantilla con tres aparejadores y una arquitecta. Antes uno para todo y ahora casi nada para cuatro.
Yo creo que es un ejemplo meridiano de la nefasta gestión política y de la inexistente planificación del urbanismo en Calahorra.

Si en Logroño quisieren  igualar a los gestores políticos del Ayuntamiento de Calahorra -en número de aparejadores por habitante -, tendrían que contratar  11 aparejadores más de los que ya tienen. Yo no sé si lo que pasa en Calahorra es normal, anormal o “paranormal”.
Una cosa sí que hay que reconocerle al PP, en 17 años han sido capaces de crear un equipo técnico de urbanismo digno de tiempos pasados (cuando había movimiento);  un arquitecto, tres aparejadores, un perito, un delineante, un abogado, un vigilante de obras, dos o tres administrativos… (Pido disculpas si me he dejado de nombrar a alguien).

Lástima que con semejante  y fantástico equipo, el PP y su concejal de urbanismo (y tiempo libre) no haya sido capaz -en 17 años- de poner en marcha ni un solo nuevo sector urbanístico en Calahorra.  Una ciudad de sorprendente urbanismo y peculiares gobernantes.