Me sorprendió muchísimo – así se lo hice saber a varias personas- cuando el ministro de industria de Rajoy (y clon de José María Aznar) Sr. Soria, mencionaba el apoyo y la reacción positiva de Evo Morales ante la expropiación de YPF por Argentina. Y me sorprendió tanto, porque sonaba raro en su boca – la de Soria- alabar a Evo Morales y agradecer su apoyo. Ahora veo la entidad del apoyo y queda demostrado (por si no lo estaba ya) que el ministro Soria es una especie de monigote al que engañan en Sudamérica como a un chino. Se las traga todas y bien tragadas.
Red Eléctrica Española acaba de ver expropiada su filial boliviana, dedicada al transporte de energía. Acusa Morales a REE de no invertir más que 5 millones en Bolivia. Una escusa tomada del reciente ideario argentino. También en este caso el ejército boliviano toma por la fuerza las instalaciones de Red Eléctrica Española en ese país, que atienden al 85% de la población.
La expropiación -en el 1 de mayo-, es un tributo a los trabajadores de Bolivia, que están muy disconformes con la política de Morales; les puedo garantizar (porque lo he visto con mis propios ojos) que en Bolivia, los indígenas no se andan con chorradas y, son capaces – por ejemplo- de colapsar la única autopista del país colocando 2000 pedruscos en mitad de la misma.
Esta expropiación es sin duda un intento del propio Evo por acallar a sus proletarios, con un gesto a la galería. Un brindis al sol en un país que agoniza al mismo ritmo que su legendaria mina de plata en Potosí.
Esto ya se ha convertido en una moda Sudamericana. Expropiar al antiguo imperio.
Parece ser que aprovechando la salida de los socialistas del Gobierno de España, le han perdido el respeto a Mariano Rajoy (el ausente). Se ríe Sudamérica en la mismísima cara de Rajoy, de García Margallo y del ministro Soria. Aprovechan las antiguas colonias la debilidad internacional del gobierno del Partido Popular, que en solo cuatro meses ha colocado a España el cartel de: “aprovechar, somos la marioneta de Alemania”.