Mucho más emocionante que pasar un fin de semana en el parque de atracciones es contemplar -o sufrir- las embestidas del mercado sobre Bankia (Cajarioja para los riojanos).
Después de una semana de infarto,- tras perder las acciones más de la mitad  de su valor inicial-, vimos el viernes una subida del 23,5% en la cotización de las mismas, en lo que pudo ser una operación orquestada o simplemente la natural consecuencia de acción de los mercados, ávidos de desangrar a su presa hasta que no le quede ni una gota.
A favor de la teoría de la “apreciación orquestada”, cuenta la petición de apoyo que lanzó la Confederación de Cuadros ( una especie de sindicato de directivos) a los propios trabajadores de Bankia (que ya habían comprado más de 14 millones de euros en la salida a bolsa) para que compraran más.  La campaña: Yo compro Bankia ¿y tú?, ¿nos unimos?, se lanzó el jueves por las redes para que ellos y sus allegados volvieran a comprar acciones; para demostrar fortaleza y confianza frente a unos clientes que ya estaban retirando algunos depósitos de sus cuentas. Pero esto por sí solo no es suficiente para provocar semejante repunte. Ni tampoco compras más significadas como la del propio José Ignacio Goirigolzarri (nuevo presidente de Bankia). Es complicado entender lo sucedido, a no ser que la propia entidad haya comprado acciones de sí misma, o que desde instituciones financieras del Estado o del propio BCE se hayan comprado en un intento de evitar un derrumbe final que podría ser contagioso.

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En la otra teoría (la de desangrar a la pieza) no sería de extrañar que desde ese ente malvado e insaciable que denominamos “los mercados”, hayan orquestado una operación de compra masiva para crear un movimiento reflejo de compra y vender en el momento oportuno, rentabilizando con rapidez los beneficios. Un momento que puede ser hoy, o tal vez dentro de un par de días. No olvidemos que quienes compraron acciones de Bankia el viernes a primera hora han conseguido unas ganancias muy importantes que pueden pretender rentabilizar ante la volatilidad de la empresa, lo que sin duda volvería a sumir a Bankia en el pozo de la depreciación. Un viaje largo en la montaña rusa.

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Son las ocho de la mañana. En las próximas nueve horas veremos lo que sucede…Si prosigue el ascenso o lo del viernes fue solamente un espejismo.