Tratante de ganado y carnicero en la plaza de Abastos, Jesús López López era conocido con el sobrenombre de “el Gallego”. El 20 de noviembre de 1946 concertó la compra de una punta de reses a José García Barriobero, que le entregaría en un lugar de los alrededores de Entrena.
“El Gallego” llevaba un buen fajo de billetes para el pago del trato y con él salió al amanecer del día 28 de noviembre de 1946, desde Logroño, hacia el lugar descampado, entre Navarrete y Entrena, donde se había citado con José.
José García Barriobero, conocido en Entrena por “el Satanás” de 28 años de edad, cabrero, y con una fuerte complexión muscular, había llegado al lugar en bicicleta y tras encontrarse con José y caminar un corto trecho juntos le embistió a traición con el vigor de un toro, asestándole un tremendo golpe en la cabeza con un palo con bola de los que usan los pastores y que no fue suficiente para quitarle la vida. Caída la víctima en un regato seco, logró incorporarse y agarrar el recio cayado con el que José trataba de rematarle a palos. Forcejearon los dos hombres en pelea desigual y cayó Jesús rendido, inconsciente. “El Satanás” le remató allí mismo estrellándole una piedra enorme contra la cabeza. Después, registró los bolsillos del cadáver y le quitó las 5.775 pesetas que llevaba para el pago de las reses que pensaba comprarle.

En Entrena, su pueblo, a José García Barriobero le llamaban Satanás desde muy joven, por ser un muchacho travieso, indisciplinado y dado a las bromas. Se cuenta que por las noches se asomaba al convento de las religiosas clarisas y gritaba «¡soy Satanás!» como un loco, para amedrentar a las monjas. Hijo del cabrero, tenía fama de bruto, y alardeaba de una impresionante fuerza física. José era también pastor de cabras y «un animal moral, fruto de nocivas influencias», según alegó la defensa en el juicio de su causa.
Satanás se incorpora a filas en 1937 y participa en la Guerra Civil. Estando en el Ejército comete un delito de robo, que pena durante seis años de cárcel.
El 12 de septiembre de 1946 Satanás regresa a Entrena, libre de todo compromiso con la Justicia militar. Trae tatuados el brazo izquierdo y el antebrazo derecho y tiene novia en Lardero, como cualquier mozo de su quinta. El 28 de noviembre, mes y medio después, Satanás asesina a Jesús López López, “el Gallego”.
El deseo de vengarse del Gallego fue lo que le indujo a José a cometer el crimen, manifestó al policía que le detuvo, Félix Larrea, jefe de la Brigada Criminal de Logroño pero según la Justicia el móvil del crimen fue exclusivamente el robo. Un delito completo de robo con homicidio fue lo que cometió “el Satanás” y de lo que le acusó el fiscal Moreiras. Por semejante delito y sus agravantes fue condenado por el magistrado presidente del Tribunal, Ignacio Sáenz de Tejada, a la pena capital, que se aplicaría en la Prisión Provincial en la forma prevista por la ley, o sea con el garrote vil.

El reo permaneció en la cárcel de Logroño casi dos años, hasta que apurados los recursos y sin indulto de Franco cumplió la pena de ser muerto con el espantoso procedimiento del garrote vil. El verdugo, un tal Fuentes Estébanez, vino desde Salamanca un día antes y preparada la herramienta ajustició a José en dos terribles intentos, ya que se rompió parte del mecanismo antes de ser definitivamente agarrotado.
El alma bien agarrotada de José García Barriobero, “Satanás”, sobrevuela Entrena desde 1948, se posa en sus tejados y canta el romance de «José que mató a Jesús en el camino de los Judíos». Las monjas clarisas han abandonado, aterradas, el viejo convento y los periodistas huronean entre los despojos de los muertos. En Entrena nadie conoce a Satanás.