No lo pudo soportar, ver a su gato convertido en felpudo en el asfalto, con las tripas felinas esparcidas por la carretera
Según recoge la sentencia, los hechos que motivaron el juicio se registraron el 6 de abril del 2008. Sobre las 14.45 horas.
Un vecino de Villamediana de Iregua era dueño de un gatito al que cuidaba con esmero y quería con pasión, el animalillo al parecer le correspondía con afecto y ronroneaba cuando le cogía en brazos, o cuando le rascaban la cabecita. Pero un día, sobre las dos de la tarde, el acusado vio cómo un hombre atropellaba accidentalmente a su gato cuando circulaba por la calle Bodegas, de Villamediana, eso no lo pudo soportar, eso fue demasiado, ver a su gato convertido en felpudo en el asfalto y las tripas felinas esparcidas le rompió el alma. Inmediatamente se dirigió al domicilio del conductor para pedirle explicaciones y si era posible romperle la cara, y empezó a aporrear la puerta violentamente. En vista del cariz que había tomado el atropello el dueño de la vivienda decidió no abrir, pero el ahora condenado y dueño del minino comenzó a dar desaforadas voces, insultando desde la calle a quien le había quitado su dulce compañía, retándole a salir fuera de la casa. Acto seguido cogió unas piedras de la calle y las lanzó contra el vehículo automóvil con el que habían embestido a su gato y que se encontraba estacionado en el exterior.
De esa manera rompió diferentes lunas del coche y abolló tanto la puerta del copiloto como la de la parte trasera derecha. Al ver cómo tiraban peñazos contra su coche, su dueño reaccionó aterrado, salió al jardín y parapetado detrás de la valla aguantó los insultos y amenazas del acusado y de otra persona no identificada que le aseguró que le iba a romper la cara.
El juez, en su sentencia, condenó al imputado, y dueño amoroso de su gato, a una multa que asciende a 1.080 euros, además del pago de otros 3.103,56 por la reparación de los desperfectos sufridos en el coche. Asimismo le absuelve del delito de amenazas y de allanamiento de morada dado que el afectado optó por no interponer acusación por estos motivos.