Intenta atracar un banco “armado” con una grapadora y un bolígrafo
Diario
El Juzgado de lo Penal número 1 de Logroño ha condenado a 18 meses de cárcel a J.M.B. por un delito de robo con violencia en grado de tentativa al intentar atracar la sucursal de Ibercaja de la calle Muro de
Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre de 2006, cuando el avispado atracador se acercó a la ventanilla de la citada sucursal y cogió una grapadora con la que empezó a dar golpes sobre la mesa mientras gritaba «dadme la pasta».
Al mismo tiempo mantenía una mano dentro del bolsillo de su cazadora, empuñando un manojo de llaves y simulando que pudiera ir armado con una pistola. Como el empleado no reaccionaba, el atracador le tiró un bolígrafo a la cara, que no llegó a alcanzarle. Utilizar un bolígrafo como arma arrojadiza, además de una grapadora, sienta un precedente muy original dentro de los objetos conminatorios en atracos, y asaltos.
Con semejante estrategia el insólito ladrón no consiguió botín alguno, al acudir rápidamente un agente de
Para los aficionados al robo a mano armada, éste es un ejemplo modélico de cómo no se debe cometer un asalto. Pero si uno lleva el deseo de atracar en la masa de la sangre y no puede conducir su voluntad por otros derroteros actúe en una tienda de golosinas donde seguramente podrá conseguir un pingüe botín en gusanitos y trisquis.