Yo creo que ver y caminar sobre el Perito Moreno da energía, o salud, o ganas de vivir, o algo así. Al día siguiente del gran trekking pensábamos que nos íbamos a levantar con agujetas, dolor de todo e incluso un catarro después de la calada monumental, pero nada. Estábamos como nuevos.
Nos montamos en un barco que hace la excursión conocida como el safari náutico, con la intención de ver el resto de los glaciares que rodean el inmenso lago Argentino. La verdad es que de safati tiene más bien poco, porque te mueves sólo para ir de tu asiento a la cubierta, y como mucho al piso de arriba o al de abajo, pero merece mucho la pena, y después de una paliza como la del trekking, no viene nada mal un día de relax.
La excursión te lleva normalmente hasta el Upsala y al Onelli, pero cuando fuimos nosotros el paso estaba cerrado por el hielo, así que fuimos al Spegazzini y al Perito Moreno.
Por suerte el tiempo había cambiado, hacía un solazo increíble y pasamos la mayoría del tiempo en cubierta, disfrutando del tiempo y de las imponentes vistas de los témpanos flotando en el Brazo Norte del Lago Argentino y en el canal de los Témpanos.
Entre glaciar y glaciar, el viaje te va mostrando gigantescas masas de hielo que flotan en el lago desprendidas del Upsala o del Perito Moreno y de las que sólo ves el diez por ciento. El resto está bajo el agua.
El Spegazzini es el más alto del Parque Nacional, con 135 metros. La pared impresiona muchísimo….
… pero cuando levantas la vista y te das cuenta que no llegas a ver desde dónde viene el hielo te quedas alucinado
Después te llevan al Perito Moreno
Es imposible recoger en una imagen toda su pared frontal…
Aunque parezca increíble, después de un día entero viendo glaciares, te quedarías miles de horas más mirándolos, atontado, con la boca abierta… pero como mucho, te puedes llevar su recuerdo… o un trocito de hielo…