Sorprende mucho que la segunda capital de Thailandia sea tan diferente a Bangkok. Chiang Mai es pacífico y amable y los templos aparecen en cada esquina que doblas.
La primera salida de la ciudad fue a visitar una escuela de elefantes. Primero te ofrecen una simpatiquísima actuación en la que ves como los elefantes juegan al fútbol…
…pintan
o dan masajes.
Después llegó lo que estábamos esperando: el paseo en elefante. Nos dio exactamente igual que se pusiera a jarrear justo cuando comenzábamos a meternos en la selva. El paisaje es alucinante e ir en un animal tan grande y que se mueve tanto es divertidísimo.
Decidimos intercambiarnos fotos con esta pareja que ‘viajaba’ delante (o detrás, según le apeteciera al elefante) de nosotros
Llegamos al hotel cansadísimos y pensando en lo que todavía nos quedaba por conocer de Chiang Mai: Las mujeres jirafa, las tribus y algo imprescindible en Thailandia, el regateo.