El día que llegamos a Costa Rica estaba jarreando. El viaje en taxi entre el aeropuerto y el hotel nos dejó claro lo que ya habíamos leído en todos los foros, que San José no tiene mucho para ver, así que nos limitamos a salir a cenar algo sencillo y meternos en la cama a la espera de nuestra primera experiencia en Costa Rica: el viaje a Tortuguero.
Habíamos leído en un blog que el viaje en autobús entre la capital y Tortuguero es muy bonito, pero se hace pesado ya que tardas unas 7 horas, así que encontramos un compañía de vuelos internos, Nature Air, que por 12 euros hacía ese mismo trayecto en tan sólo una hora. Cuando llegamos al aeropuerto a las 6 de la mañana nos encontramos una avioneta de cuatro asientos en la que viajamos nosotros solos con el piloto
La idea no pudo salir mejor: las vistas del Parque Nacional desde el aire son indescriptibles
Y aterrizar en esta pequeña pista, la verdad, da un poco de respeto
Eran las 7 de la mañana y teníamos por delante unas 30 horas para aprovechar al máximo nuestra estancia en el paraíso de las torugas