El Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena, posee uno de los trekking más conocidos del mundo: el circuito W. En cuatro o cinco días recorres algunas de las grandes maravillas de ese lugar mágico que van más allá del Mirador Torres, que es sin duda la joya del lugar, con sus enormes moles de granito vertical.

Para hacer la ruta necesitas estar más o menos en forma, ya que aunque los senderos están perfectamente marcados, la distancia es de casi 80 kilómetros, hay zonas donde la dificultad es media-alta y habrá jornadas en las que andes hasta 25 kilómetros. Además, ten en cuenta que deberás cargar tu mochila (el peso aumenta considerablemente si optas por acampar). También los imprevistos, como las condiciones meteorológicas adversas, pueden entorpecer la marcha.

Para nosotros, desde que hace 10 años estuvimos en Argentina, era un sueño visitar Torres del Paine y más cuando vimos que existía una ruta y que podías dormir dentro del parque.

Pero no lo voy a negar: es una experiencia cara y no es nada fácil de preparar por tu cuenta. Las opciones para dormir son camping (con tu tienda o alquilando) o refugios. Lo lógico sería pensar… “pues entro en la web y cojo el alojamiento que me interesa”. Pero no. Quizás si lo haces con un año de antelación se pueda, pero para rezagados como nosotros lo tienen montado de tal forma que lo único que puedes hacer es contactar con una de las dos compañías que gestionan el parque (Fantástico Sur) y Vértice Patagonia) y que sean ellos los que se encarguen de ver la disponibilidad por fechas y contratarlo. Coincidimos con muchos viajeros y todos lo habían hecho igual y les había costado lo mismo. Es lo que hay. Puedes ahorrar algo llevando tu propia tienda, pero supongo que sólo merece la pena si estás acostumbrado.

Lo mismo ocurre con la comida. Ahorras bastante si cargas con ella durante todo el circuito, pero también tienes la opción de comer en los refugios.

En este post voy a intentar contestar a todas las dudas que me surgieron a mi antes de hacer el Circuito W en Torres del Paine: cómo son las etapas del trekking, dónde dormir, dónde comer, qué ver, qué llevar,  cuándo ir…

Fotos y etapas del Circuito W de Torres del Paine
(Lo advierto: vas a querer ir mañana mismo 🙂

Etapa 1: Camping Central – Mirador base Torres – Camping Central

De Refugio Torre Central al mirador Torres hay unos 9 km. Al principio hay más desnivel pero luego el sendero se suaviza y entras en un bosque. Vas subiendo y bajando pero es muy llevable y el paisaje ayuda. El final es la parte más dura, pero sabes que las Torres están justo detrás de lo que estás subiendo, así que las ganas pueden. 

Mi consejo es que intentes salir pronto. Cuanto antes llegues más tiempo tendrás para estar solo en las Torres. Lo mejor es hacer unas cuantas fotos, guardar la cámara, pillar una buena roca en la que sentarte y disfrutar.

¡Comienza la ruta! Emocionada con el día tan espectacular que nos había salido 

Tramo final. ¡Qué calor!

Y por fin… ¡Las Torres!  

Etapa 2 : Camping Central – Camping Francés (200m)

Es bastante sencilla pero preciosa.  El recorrido discurre gran parte por el lateral del lago Nordenskjöld, con glaciares, lagunas, montañas… Primero llegas al campamento Cuernos y tres kilómetros después (estos sí se hacen duros porque hay desnivel y vas con la mochila ‘grande’) está el Francés. Allí fue donde dormimos en el domo y donde descubrimos cómo era capaz de soplar el viento.

¡Dispara la foto que me tira!

A rellenar las botellas 

Playa a la que puedes bajar a descansar un rato poco después del refugio Cuernos

Tienes también unas impresionantes vistas de los cuernos

Etapa 3: Camping Francés – Mirador británico – Camping Paine Grande

Esta etapa es absolutamente impresionante.  A nosotros nos tocó un principio de día con lluvia, viento, niebla… de todo. Pero poco a poco se fue despejando. Por el camino tienes el mirador Francés, al que no le falta de nada: si miras a un lado, un glaciar, si miras a otro montañas nevadas, si miras a otro un lago turquesa, a otro, bosque…

Y en lo más alto… el mirador Británico. Allí terminarás con dolor de cuello de tanto mirar a las montañas que te rodean.

Del campamento francés al italiano sólo hay 30 minutos. En el italiano está la cabaña del guardaparques donde puedes dejar la mochila grande (esa noche toca otro alojamiento, Paine Grande), pero con el protector, que se queda al aire libre.

Eso sí, el Mirador no esta abierto todo el año ni todos los días, depende del clima.

Esta etapa sí que es casi todo el camino en pendiente.

Mirador Británico

El mirador Francés por un lado…

…por otro…

Y al completo (Aunque la foto sea mala)

La vuelta es tan bonita como la ida

Al fondo, el camping Paine Grande 

Vistas desde el refugio Paine Grande

Etapa 4: Camping Paine Grande – Glaciar Grey – Pudeto

El último día se destina a visitar el glaciar Grey. Puedes volver a esa misma tarde en el barco desde Paine Grande o hacer noche cerca del glaciar y volver al día siguiente desde allí también en barco. Una vez que llegas al glaciar y consigues recuperarte de las impresionantes vistas, puedes (si te has quedado con ganas y teniendo en cuenta que hay que volver) hacer una caminata sobre el glaciar, alquilar un kayak y recorrer las aguas que lo rodean o hacer la ruta de los puentes colgantes, que es lo que hicimos nosotros.

¿Cuándo hacer la ruta?

La latitud austral de la Patagonia provoca un clima inestable y frío por lo general y la temperatura media anual es de 11 ºC. La mejor época para realizar la W coincide con el verano austral, cuando las temperaturas suben y las horas de luz alargan. Los mejores meses para hacer la excursión son de noviembre a marzo. La meteorología patagónica es cambiante y nada te garantiza al 100% un clima soleado, pero elegir esta franja aumenta notablemente las probabilidades de buen tiempo. En temporada baja no todos los servicios están operativos (algunos campamentos y refugios permanecen cerrados) y parte de los senderos de montaña están intransitables. Nosotros la hicimos la primera semana de diciembre y excepto un día de lo más desagradable, el resto tuvimos bastante sol. Eso sí, un viento que se te lleva.

¿Cómo llegar?
Fuimos en avión hasta Puerto Natales, que es el aeropuerto más cercano y de allí vas en autobús hasta la puerta del parque. Ten en cuenta que sólo llegan vuelos comerciales entre diciembre y febrero. De lo contrario, el aeropuerto más cercano para volar todo el año es el de Punta Arenas. Desde ahí tienes 3 horas en bus hasta Puerto Natales.

¿Hace falta un guía?
En absoluto. Si quieres llevar uno para que te explique cosas del parque, seguro que será una buena idea. Pero no hace falta para nada.

¿Dónde dormir?

Lo más importante que debes saber es que no puedes entrar en el parque sin tener previamente contratado el alojamiento.

1. Campamentos gratis: El Paso y el Italiano. Ofrecen servicios mínimos: un espacio para poner tu carpa, letrinas, cobertizo para cocinar y agua. Deberás llevar todo tu equipo para acampar y comida.

2. Campamentos de pago: Están junto a los refugios y ofrecen más servicios como duchas, minimarket, espacios cerrados para cocinar, acceso a red eléctrica (limitada), y alquiler de equipos de acampada (no confíes al 100% en ello ya que se pueden agotar). Reservar también es obligatorio.

3. Refugios: Es la que elegimos nosotros. Los refugios está muy bien, limpios agradables, se come bien, silenciosos… Es todo un placer llegar después de 8 ó 9 horas andando, darte una ducha y sentarte en un puf, un banco o en el césped con las Torres frente a ti y una cerveza o un vino. Para nosotros fueron una verdadera grata sorpresa. Y duermes en cama, que si no estás acostumbrado al saco… Además, una noche la hicimos en un domo francés, que también está muy bien.

Los refugios te dan la oportunidad de conocer a mucha gente. Una cerveza tras una paliza y con las torres de fondo es todo un lujo. 

Domo francés

¿Cómo es la ruta?

La ruta tiene forma de W y puedes hacerla en los dos sentidos. No hay normativa alguna sobre en qué dirección andar. Puedes empezar cruzando el Lago Pehoé y visitando el Grey en primer lugar o bajarte en Laguna Amarga y atacar el Mirador Torres. Lo que te condicionará el orden serán los alojamientos.
Nosotros empezamos por Torres y terminamos en Grey y tuvimos mucha suerte, porque el día más soleado fue el primero, así que pudimos ver las Torres a la perfección y disfrutar de ellas todo el tiempo que quisimos.
En cuanto a la dificultad, como decía más arriba, si estás en forma lo puedes hacer sin problemas, pero ten en cuenta que cuantas más cosas lleves en la mochila más se complicará.

No tengo claro si la mochila ayuda o dificulta cuando soplan los vientos patagónicos. Haz zoom a los pies, no tocan el suelo. 

Además de las torres… ¿Qué se ve?
Aquello es una verdadero regalo para tus sentidos. Lagos turquesa, miradores que te quitan el aire, glaciares, bosques… (tienes muchas fotos al final del post)

¿Qué llevar para hacer el circuito W? Equipamiento si no acampas

– 1 Mochila de 40 litros para el circuito (muy importante disponer de un plástico impermeable para cubrirla en caso de lluvia).
– 1 Mochila de 20-25 litros para caminatas por el día.
– Chaqueta y pantalón impermeables (Goretex o similar).
– Ropa de abrigo tipo polar (Polartec o similar).
– Ropa térmica (primera capa).
– Camisetas manga corta y manga larga.
– Botas de trekking resistentes al agua. Mejor si protegen tus tobillos de posibles torceduras.
– Baterías cargadas.
– Tapones para los oídos y antifaz.
– Sandalias (para duchas, descanso y cruce de ríos).
– Linterna (mejor si es un frontal) /
– Candado
– Navaja.
– Toalla.
– Gorro y guantes para el frío / Gorro para el sol.
– Crema y gafas de sol.
– Botella para el agua.
– Bolsas para guardar tu basura.
– Bastones de trekking. Nosotros no llevamos, y excepto algún tramo, no nos hicieron falta
– ¿Cámara de fotos no hace falta que lo diga, no?

Consejos generales

– Lleva ropa por capas: Además de que el tiempo cambia sin avisar de un día para otro, a primera hora suele hacer frío, pero en cuanto el sol coge fuerza puedes pasar mucho calor.

– Agua: no hace falta que cargues con litros y litros. Por el camino encuentras muchos riachuelos en los que rellenar y el agua es perfectamente sana.

– Viento. Mucho ojo con los vientos patagónicos en algunos tramos, te tiran al suelo sin que puedas hacer nada.

– No te duermas en el vuelo: Mirar por la ventanilla del avión es un verdadero espectáculo.