Pensar en Riviera Maya es pensar en piscina, tumbona y margaritas. Y es eso. Pero mucho más. Personalmente no era un destino que me atrajera especialmente (qué equivocada estaba), porque me parecía que era… no sé, artificial. Pero las ganas de bucear en el lugar con la segunda barrera de coral más grande del mundo pudieron, así que allí que me fui, dispuesta a dejarme poner la pulserita y a sucumbir al todo incluido por poder ver peces, tortugas y corales.
Por supuesto que busqué la opción de hacerlo por mi cuenta, contratando yo misma el avión y el hotel, sin pasar por intermediarios. Pero los precios eran absolutamente desorbitados. Así que al final opté por el paquete avión+hotel+traslados pero una vez allí quise evitar las eternas excursiones en grandes grupos que de paso te acercan a la tienda de un amigo.
Así que… ¿Se puede ver la Riviera Maya (o por lo menos hacer las excusiones principales) por libre, en tu coche y sin dejarse un dineral contratando excusiones? Sí, se puede.
Alquilamos un coche y con él hicimos las típicas excursiones que no te puedes perder y que son una maravilla, pero a nuestro ritmo, contratando en la puerta un guía local y madrugando mucho para evitar las muchedumbres.
— Según nuestra experiencia, totalmente seguro. Las carreteras principales que unen los puntos de interés están perfectamente. Lo que sí tienes que tener en cuenta es que en México conducen rápido y los adelantamientos son algo más… ‘atrevidos’. Además, en la autovía tienes unos puntos que se llaman ‘retorno’ que sirven para cambiar de sentido y que hay que utilizarlos con mil ojos. Por lo demás, todo perfecto.
— En cuanto a los aparcamientos en los puntos de interés (ruinas, cenotes, playas…) hay de sobra, pero nunca te dejes llevar por el primer precio que veas. Un poco más adelante seguro que te lo ofrecen más barato.
Nuestra distribución por días fue la siguiente
Día 1: Vuelo
Día 2: Excursión a las ruinas de Cobá, Tulúm, snorquel frente a las ruinas de Tulum
Día 3: Chichen Itzá, cenote Ik-kil, Valladolid
Día 4: Akumal, cenote Dos Ojos, cenote cristalino
Día 5 : hotel
Día 6: buceo en Cozumel
Día 7: Buceo en Akumal
Día 8: Hotel
Día 9: vuelo de vuelta
Aquí van unas cuantas fotos, pero tienes más en mi Instagram en las historias destacadas de México
Ruinas de Cobá
Esta es la típica imagen de Tulúm, pero el complejo es muy grande y hay muchas ruinas para ver
Vistas desde las ruinas de Tulum. Sí, parece un decorado
Las playas que están justo bajo las ruinas están cerradas al turismo, pero puedes acercarte andando a la de Santa Fe y con una barca te llevan a hacer snorquel con una preciosa vista de las ruinas.
Chichen Itza
Valladolid
La comida mexicana es deliciosa
Cenote dos ojos
Playa de Akumal
Ruinas: Puedes contratar un guía local en la puerta. Pregunta a varios y busca el mejor precio. Lleva siempre agua abundante, protección solar y una gorra. Vete con tiempo, verlas con prisa no merece pena. Son inmensas y una maravilla
Cenotes: En los más bonitos hay que pagar. Y no son baratos. Lleva tus propias gafas y tubos, merece la pena echar un ojo bajo el agua. Imprescindibles los escarpines
Playas: las más bonitas también son de pago, aunque baratas y suelen ofrecer taquillas, duchas… En las que hay tortugas tienen acotada la zona para que pagues a alguien y que te lleve a verlas, pero eso no es un zoo y las tortugas van donde quieren.
Además de para hacer snorkel, en Riviera Maya hay muchos lugares impresionantes para bucear. Para un primer contacto es ideal Cozumel, ya que los corales tienen uno color que te dejarán boquiabierto, hay muchos peces y puede tener la suerte (como nosotros) de ver tiburones gato. Eso sí, suele haber bastante corriente. Otra muy buena opción es Akumal, con la ventaja de que no es una isla, así que te ahorras el barco para llegar y es todo más rápido. Rara vez hay corrientes y es más que fácil ver tortugas, además de corales y mucha más vida marina.
Si buscas la mejor empresa de buceo de Riviera Maya yo sin duda te recomiendo Blue Experience Diving. Eduardo y Sara son un encanto, tienen mucha experiencia tanto en el mundo del buceo como del turismo y te harán sentir genial.
Bucear en cenotes: debe ser toda una experiencia y era mi opción para otra inmersión, pero un oído empezó a darme guerra al descender en un buceo y no me atreví. Para la próxima, porque yo a Riviera Maya vuelvo seguro.
Así que comiéndome todos mis prejuicios recomendaría Riviera Maya casi a cualquiera. Si te gusta no complicarte y tumbarte al sol en la playa o la piscina y disfrutar del relax y las vistas en un paraíso, es tu sitio. Y si quieres unas vacaciones que mezclen relax con historia, cultura y vida marina, también es tu sitio.