Nuestro último destino del viaje fue Manuel Antonio. El Parque Nacional es el de mayor tamaño del país y es realmente despampanante. Sólo unos minutos allí, pueden transportarte al paraíso sin que te des cuenta. Puedes visitarlo por tu cuenta caminando por la infinidad de senderos que lo forman o contratar un guía. Nosotros decidimos conocer Manuel Antonio acompañados de uno de los expertos del parque. Si no lo hubiéramos hecho así, es probable que nos hubiéramos perdido la mitad de las cosas ya que es muy fácil no ver algo que tienes delante de tus narices o no valorar suficientemente lo que oyes.
Durante toda la jornada disfrutamos de plantas extrañas que se encogen con sólo un soplido, frutales de todo tipo, monos de varias clases, perezosos, ranas, serpientes, arañas, tucanes, zarigüeyas, osos hormigueros, manatíes, coatíes, armadillos, ballenas, delfines… Además de relajarnos en las maravillosas playas que se encuentran tanto dentro como fuera del parque.
Costa Rica es un de esos lugares que te atrapa por la cercanía de sus gentes, su sorprendente flora, su hipnótica fauna y lo esplendoroso de sus paisajes. Sin duda uno de esos países que dejan huella en el corazón del visitante. Puedes incluso encontrar un lugar especial en el que ocurren cosas especiales que no olvidarás nunca:
Que nadie se olvide: PURA VIDA