Me he permitido una pequeña licencia (alguno pensará que una osadía) y he decidido acercar la figura de nuestros políticos y autoridades a la gente de la calle. Presentarlos más próximos, relajados y accesibles. ¿Que cómo? Pues tan sencillo como quitándoles el traje.
¡Fuera hombres de negro!… y de azul marino y de gris oscuro
La diferencia entre vestir ‘de calle’ y ‘de traje’ es sustancial y, aunque cada atuendo tiene su momento, el traje se me antoja un uniforme demasiado recurrente en muchas profesiones. En general, aséptico y distante. Entiendo que para ellos la moda no es una prioridad (en general), y de ahí esas combinaciones y permutaciones de las corbatas y camisas sobre un denominador común: el traje, y a un ritmo matemático más que estético.
Y para demostrar qué diferentes parecemos y las distintas impresiones que transmitimos según la forma de vestir, e aquí algunos ejemplos.
FONDO DE ARMARIO REGIONAL
FONDO DE ARMARIO MUNICIPAL