Un básico que no debe faltar en ningún armario femenino es el vestidito negro, le petite robe noire o the little black dress, según lo chic que queramos que suene. No es otra cosa que un vestido de tarde o cóctel, de corte sencillo y generalmente corto, que Coco Chanel popularizó en los años 20 del siglo pasado.
Audrey Hepburn desayunó no sólo con diamantes, sino con un Givenchy que es ya un clásico en la familia de los LBD.
Ellas sabían cómo lucirlos y lo hacían de cine.
El vestido negro es una de las piezas más versátiles que existen. En función de las prendas o complementos que lo acompañen, el conjunto cambia por completo.
Os pondré tres sencillos ejemplos con este vestido de Nice things que adquirí en las últimas rebajas.
FOTOS JPEG ESTUDIO