No es la primera vez (ni será la última) que me quejo de cómo solemos vestir en el trabajo. Uniformados a menudo, con colores neutros u oscuros, cortes previsibles y no siempre favorecedores. ¿Por qué no lucir atractivas, al tiempo que guardamos las formas y distancias que exige cada puesto de trabajo?
Tras darle varias vueltas al asunto, decidí ponerme en manos de Lea y Marta, quienes saben cómo vestir a la mujer urbana y trabajadora sin renunciar a ser femenina, natural y auténtica. Precisamente ésta es la filosofía de Comptoir des Cotonniers, la firma francesa que llevan desde su establecimiento en el número 15 de Doctores Castroviejo, en Logroño.
Aquí van varias propuestas con estilo, cómodas y un toque especial. ¿Entráis con nosotras?
Empezaré por esta falda jacquard ikat de inspiración étnica, de corte estructurado y urbano, que acompaño de una blusa Timeless recta y de cuello redondo, con destalles perforados en la parte frontal. El bolso de cuero negro, básico y amplio, resulta muy práctico para el día a día. Por último, fulard y sandalias abiertas de tacón.
Del vestido Babycameo me gusta su estampado, la textura ligera gracias a su tratamiento sobre viscosa y velo de algodón, y el detalle de la cremallera en las mangas. Con un cinturón gana mucho.
Marta ha optado por un vestido gris con detalle de cremallera en el frontal y fruncido a la altura de las caderas. Su ligero brillo lo hace muy especial.
Y para completar el look, una blazer tipo esmoquin y ligeramente satinada, y un trench, este último un básico para cualquier armario y una de las piezas emblemáticas de Comptoir des Cotonniers. Los bolsos también son su punto fuerte, todos en piel, ligeros, muy flexibles y con detalles muy urbanos.
En clave más informal me he decantado por unos pantalones baggy negros, que combino con esta camisa de estampado floral y mangas tres cuartos. Comodidad al 100%. Marta apuesta por el color con un jersey rojo abierto en los laterales, camiseta marinera, pantalones encerados y fulard del mismo estampado que mi camisa. Con una parka para salir a la calle estos conjuntos mantienen su toque desenfadado.
Y por último, un traje. Pero no un traje cualquiera. En azul marino y con chaqueta tipo esmoquin, cuya solapa en tejido brillante le da un toque diferente. Marta viste una estilosa chaqueta de tweed tipo ‘Chanel’ a la que resta formalismo combinándola y con leggins ajustadísimos y tacón. Un claro ejemplo de que, según los accesorios y complementos, un conjunto cambia por completo y puede servir tanto para el día como para la noche; para eventos más arreglados o desenfadados.
Nuestra divertida sesión ‘0fi-fashion’ también tuvo sus momentos de relax. Un café, una sentada, unas risas… todo ello inmortalizado por Mateo, a quien en esta ocasión ‘engañé’ para hacer la fotos.
Desde su creación, en 1995, Comptoir ofrece un lujo asequible a mujeres de todas las edades y para sus diferentes momentos del día. Me atrae especialmente su comodidad, desenfado y elegancia, todo en uno, y el hecho de que sus diseños, de tendencias no excesivamente marcadas, permanezcan en el tiempo.
Para despedirnos, Lea (la convencimos para salir en la foto), Marta y yo nos decidimos por estas frescas camisetas. Ruego para que la primavera reine entre nosotros. Amén.