Con la que está cayendo he decidido optimizar mi fondo de armario, eso sí, sin dejar de ir a la última. ¿Cómo? Sencillo, he elegido tres tendencias de este otoño-invierno y me he dedicado a buscar en mi armario prendas que se ajusten a lo que se lleva.
Empezaré por EL TARTÁN, tejido de cuadros típico de Escocia.
Reconozco que este tipo de cuadros no siempre han sido santo de mi devoción ya que durante años me han recordado a uno de mis uniformes colegiales. Ahora, sin embargo, me encantan.
Con este print he elegido un chubasquero que adquirí hace unos cuatro o cinco años en Logrostock y que nunca he dejado de ponerme (cuando llueve).
Además del tartán, los ESTAMPADOS INGLESES imperan esta temporada en los escaparates y las pasarelas. Entre ellos, el príncipe de Gales y la pata de gallo. Vamos, cuadros al cuadrado.
Yo he dado en mi fondo de armario con un pantalón de cuadros ‘príncipe de Gales’ que adquirí hace un par de años en una tienda de segunda mano en Dublín y, lo reconozco, me está un poco grande. Pero se trata de un Karen Millen que me salió por 20 euros, y cuyo tejido, caída y corte me gustan mucho.
Para el final he dejado la MODA LENCERA, algo que me ha resultado más complicado de encontrar en casa. No acabo de verla muy práctica para los meses de invierno, por mucho que te forres por dentro o por fuera de este tipo de vestiditos y tops.
Os muestro un top de Atos Lombardini que no sabría calcular cuánto lleva en mi armario (más de cinco años, seguro) y que allí seguirá, al menos durante este invierno. Por delante gana mucho (el top, no yo).
FOTOS: JPEG ESTUDIO
Moraleja del post: Con el tiempo todo vuelve, así que no tires nada… siempre que dispongas de un gran vestidor.
PD: El día 23 de noviembre se celebra el gran día de la moda en Bodegas Franco-Españolas, en Logroño. La jornada promete. Como aperitivo os dejo el cartel del evento y, más adelante, la información.