Hoy nos vamos de ‘picnic’ sin salir de Logroño. La invitación es en el número uno de la calle Portales. El espacio que hasta ahora ocupaba BD se ha tranformado en un luminoso jardín; ha brotado césped, plantas e incluso un onírico árbol. Sobrevuelan pájaros, aparcan bicicletas y la moda, calzado, complementos, bisutería y algunos elementos decorativos del hogar llenan de color este nuevo proyecto de Yolanda López Araquistain llamado PICNIC.
Me cuenta Yolanda que PICNIC es la evolución de Verde Doncella (la tienda que su hija regenta en Hermanos Moroy). Ambos proyectos se complementan, si bien Verde Doncella tiene un aire más vintage y PICNIC, más contemporáneo. Como dice su responsable, “es una tienda de espíritu joven pero abierta a cualquier edad” y con su puesta en escena ha querido rememorar ‘aquellos maravillosos años’ que todos tenemos en la cabeza.
Me colé en su vestidor con Laura y Sara y entre su ‘caprichosa’ ropa elegí este vestido rojo de Manolita Faldotas, desenfadado, comodísimo y muy favorecedor. Sara se decantó por una blusa de Titis y luego se nos sumaría Laura con un diseño de Divina Providencia.
Mi segunda elección fue este vestido de Akino Laude. El mono estampado de Laura es de Vivante, y el pantalón ancho de Sara lo firma Lavand, también con un collar de Ayala Bar.
Manolita Faldotas firma este vestido tan estiloso y fácil de llevar. Sara luce una blusa sin mangas de Akino Laude.
Finalmente nos relajamos un poco con blusas más de sport de Vivante, Lavand y Akino Laude.
Vestidos, blusas, camisetas, pantalones amplios y algún mono pueblan las perchas de PICNIC, todos con estampados muy alegres y diseños desenfadados.
En cuanto al calzado, la apuesta es por la empresa riojana Art Company y sus líneas de NEOSENS y El Naturalista, y por las firmas Fly London (entre los zapatos más cómodos que conozco) y la divertida Lemon Jelly.
Además de moda, PICNIC reserva un espacio para los peques, con motivos para decorar sus habitaciones (papel pintado, lámparas, textil, estanterías de cartón…) y material relacionado con la creatividad. Los espacios verdes también han ganado terreno, sobre todo con pequeñas plantas artificiales que no lo parecen en absoluto. Por último, Yolanda también quiere abrir su proyecto a talleres y cualquier propuesta que se ajuste a su filosofía. De entrada ya han organizado un curso de kokedama, una técnica japonesa con la que se consiguen plantas ornamentales mediante una bola de musgo.
Como me insiste Yolanda, “calidad, creatividad y buena relación calidad-precio” es lo que encontraréis en PICNIC, un ilusionante proyecto y un encantador espacio. Con ella y parte de su equipo me despido.