¿Imaginan una torreta de alta tensión junto a la Puerta de Alcalá? ¿Y bajo la Torre Eiffel? ¿O en Rockefeller Plaza?¿Y a las puertas de la torre Iberdrola, en Bilbao? Nadie lo imagina, aunque en La Rioja sobre imaginación.O falte. Depende de cómo se mire.
Si para las ciudades citadas esos monumentos son símbolos inviolables, el viñedo histórico de Haro y su entorno lo es para Rioja y para la historia y cultura de esta tierra. Sin embargo, parece que la alta tensión ha iluminado a algunos que se empeñan en romper un paisaje único. Afirma José Luis Pérez, director general de Cultura del Gobierno de La Rioja, que «todos los paisajes culturales patrimonio mundial tienen infraestructuras desarrolladas». Faltaría más. Pero romper la belleza… Ejercicio práctico: que cojan el coche, se vayan a Saint Emilion (4 horitas), Patrimonio de la Humanidad y espejo al que se acude cuando interesa, y cuenten cuántos elementos invasivos encuentran en su paisaje y lo afean. Ni uno. ¿Cómo? Ni uno. Aquí protegen lagares, chozos o bodegas y aquello que entra primero por los ojos, el viñedo, no.
Y cambiando de tema. Les hablé de literatura en inglés. Hay libros anteriores a ‘The Wine Region of Rioja’ como ‘Talking about wine’, de Antonio Remesal. Aclarado queda.