Hace unos días, Telmo Rodríguez explicaba en el portal The Drinks Business (traducción en eluniversodelvino.com) su concepto de Rioja y el futuro. Ideas tan sencillas y lógicas que se convierten para muchos en utopía.
¿Qué queremos hacer? Es la primera pregunta que debemos plantearnos y que implica cómo, cuándo y por qué. Rodríguez aboga por Rioja tradicional frente a la industrial; por rendimientos; por dar prioridad a la uva buena frente a la barata (y mucha); por huir de la obsesión por el precio; por la diversidad y riqueza de variedades; por el respeto al «terroir», que es el origen de todo; y por el paisaje, por el escenario de esta gran historia. Tan convencido está que cree que esa Rioja puede competir con Borgoña. Y lo dice en la semana que los vinos de Rioja superan en ventas a Burdeos y Borgoña en Gran Bretaña. Ideas fundamentales que han caído en el olvido.
L’Ermita de Álvaro Palacios (Priorat) ha logrado otro 100 de Robert Parker. Para Luis Gutiérrez es ya «un gran icono mundial del vino». «El paisaje es dramático, los viñedos son imposibles y los pueblos son muy pequeños y llenos de carácter», dice Gutiérrez. Tradición y cultura que influyen positivamente en el valor del vino, que invitan a viajar y a beberlo.