El habano es un mundo elitista. Gran producto y caro, sobre todo el buen cigarro. Rioja quizá no sea tan elitista como otras Denominaciones, pero disfruta y oferta grandes vinos. Es un matrimonio de conveniencia, mercantil, pero de enorme potencial.
Rioja y Habanos. Me parece un maridaje perfecto en todos los sentidos (los cinco), porque además Rioja vuelve a tomar la delantera al atreverse a entrar en un mundo en el que el habano coqueteaba con otros licores, en especial el ron. Un mundo y una cultura.
En una situación restrictiva para el cigarro, con bajadas en las ventas, este tipo de iniciativas pueden ayudar a reforzar a Rioja en mercados tan importantes como el estadounidense (amante del cigarro puro), al margen de las activades propias de la DOC. Y viceversa. Doce son los vinos que acuden al Festival del Habano. ¿Quién gana con esta alianza? El tiempo lo dirá. Habanos busca a Rioja después de maridar con vinos más dulces. Y siempre es bueno ser objeto de deseo. Ahora sólo falta poder maridar fuera de casa una buena copa de vino y un buen puro. Eso es más difícil.