China ataca el vino de Europa. Tú me atacas (con los paneles solares) y yo te ataco. Los chinos pretenden gravar con una tasa del 50% los vinos europeos para proteger los que ellos elaboran, porque saben que su mercado es demandado y porque, quien sabe, igual quieren venganza. Se quejan de que los vinos europeos se venden por debajo de precio de costo. ¡Ellos!
El vino en China refleja el estatus social. Cuanto más cara es la botella que hay sobre la mesa, más dinero tienes. Los caldos galos son sus favoritos. No sólo compran vino, sino también bodegas. Para Rioja es un mercado muy interesante. En 2012 vendió 2,5 millones de litros y la cifra sigue creciendo. ¡Ojo!
Una botella de vino riojano que llega a China multiplica su precio allí por tres. Y depende del criterio del funcionario de aduanas. Si a esa cifra le sumas un 50% extra, el precio se dispara y deja de ser competitivo. Pero China atrae. Hay más Lafite 1982 en China que el que se elabora en Burdeos. Con la falsificación son capaces de obtener un beneficio de 5.000 euros sobre una botella de 5.400.Y además, elaboran vino. Meses atrás, en una cata ciega de notables catadores, superaron al original, al francés. Peligro.