Increíble. No hay palabras. Confiaba ciegamente en España y me ha decepcionado profundamente, como, imagino, al resto de los españoles. Es el momento de la crítica, porque cuando acabas de ganar y tienes un fracaso tan estrepitoso como este hay que reflexionar. Me refiero a una crítica sana, porque aún estamos alucinando con lo que ha ocurrido. Ni el más pesimista hubiera imaginado que en dos partidos la campeona del mundo estaba fuera del Mundial.
No se debe hacer sangre ninguna, ni personalizar, ni buscar culpables a la ligera; toca analizar que ha pasado. Para mí España no fue capaz de reaccionar ante la adversidad, y me sorprendió muchísimo porque este equipo nos tenía acostumbrados a lo contrario: a salir a flote contra viento y marea para demostrar que es uno de los mejores equipos de la historia.
El varapalo de Holanda desde luego que ha marcado, pero nadie imaginaba que tanto. No he visto a España en ningún momento y al final gana el equipo que mejor juega y tiene más táctica y calidad. Eso que se le presuponía a España es lo que se la ha visto a sus rivales y no hay nada que objetar. Chile acabó con el sueño antes de llegar el verano. Justo vencedor. Punto.
Ahora toca apostar por la continuidad de un estilo, pasar página y ver en qué se ha fallado. Vicente tiene que seguir siendo el elegido. Nunca un entrenador ha tenido mejor perfil para continuar la obra que inicio mi querido Luis Aragonés. Del Bosque tiene crédito y se debe confiar en su trabajo, No se puede decir que no lo ha intentado. Ante Chile ha hecho cambios importantes, como es dejar fuera a Piqué y Xavi. Es una persona muy humana y seguro que les quiere a muerte, pero vio necesaria esa rotación, aunque no le salió bien. Ha dado la cara. Tampoco se le puede reprochar nada, porque no hay nadie que se salve.
Hay que estar a las duras y a las maduras y ahora tocan tiempos malos. Es hora de levantarse. Será complicado reemplazar en un futuro a jugadores como Villa, Xavi, Puyol. Pero ‘La Roja’ tiene una base de jugadores muy grandes que invitan al optimismo. En esta España hay calidad para seguir confiando y futbolistas que van a ganar espacio para seguir haciendo historia, pero nadie ha dicho que será fácil.