Quizá crean ustedes que, como estamos viviendo una terrible crisis económica, con casi cinco millones de parados, nuestros políticos estarán devanándose los sesos para encontrar una salida digna en este fúnebre laberinto. Pues, amigos míos, son ustedes unos ilusos.

Vean si no los vídeos musicales con que las juventudes del PP y del PSOE amenizan la campaña electoral catalana. Uno supondría que los cachorros de los dos grandes partidos tendrían que estar estudiando gruesos tomos de economía, de derecho y de historia, aplicándose en el conocimiento de nuevos idiomas y fajándose en altos debates intelectuales. Y ya ven. En lugar de eso, se lo pasan pipa filmando chorradas y colgándolas luego en yutub. PP y PSOE, ay, tienen un grave problema con sus juventudes: los chavales intuyen que para medrar basta con arrodillarse, emocionados, ante la sagrada efigie del Amado Líder.

Y eso que le reconozco cierta capacidad imaginativa al tipo que haya descubierto que, bajo el triste disfraz de José Montilla, puede esconderse un macho alfa, de altas habilidades eróticas y suministrador de gustirrinín al por mayor. Aunque quizá las juventudes socialistas sean más espabiladas y lo que hayan pretendido sea preparar el terreno para un nuevo tripartito con Carmen de Mairena y Montserrat Nebrera, en una imparable coalición progresista/pornográfica.

Cualquier cosa mejor, en todo caso, que votar a una Angelina Sánchez Camacho (PP) que se disfraza de Lara Croft y se pone a pegar tiros a los separatistas, a los negros (ilegales) y a demás gente indeseable. Qué quieren que les diga. Seré un blandito, pero prefiero un mal orgasmo a un buen genocidio.