>

Blogs

piogarcia

Loco por incordiar

Verdades como puños

Hace unos meses, viajé a Perú con otros periodistas. En el vuelo de regreso, una compañera de televisión se sentó junto a un hombre simpático, que se comportaba con esa caballerosidad antigua que tanto se agradece en este mundo gritón. El tipo se identificó como médico santanderino y mi colega le correspondió aclarándole que hacía reportajes para Antena 3. El hombre, entonces, torció el gesto y le espetó: «Pues lo siento. Yo soy de derechas y sólo veo Intereconomía».

Aquel ciudadano, por lo visto, había encontrado su hueco catódico y ni por casualidad se adentraba en otras aguas. Ni siquiera se asomaba por Antena 3, que tampoco es precisamente una célula bolchevique. El caso de aquel médico cántabro me parece sintomático: a derecha y a izquierda, hay mucha gente que se niega a escuchar a quienes no opinan como ellos. Por eso proliferan las tertulias en las que los invitados se quitan la palabra para decir lo mismo, pero cada vez más alto y con peores modos. Si acaso, se traen a un periodista tibio para zurrarle a gusto y encima fardar de pluralidad.

A todos ellos, me gustaría recordarles la conducta que siempre seguía Isaiah Berlin, padre del liberalismo y uno de los grandes filósofos del siglo XX. Don Isaiah sólo leía y prestaba atención a quienes no pensaban como él; lo contrario le parecía estéril, poco enriquecedor. Quizá por eso su pensamiento siempre resultó fecundo y complejo, lo contrario de lo que sucede hoy en España, donde abundan los eslóganes y faltan los matices.

He aquí mi humilde y extraño deseo para el Año Nuevo: que todos escuchemos con respeto e interés a quienes nos llevan la contraria. A ver qué pasa.

Temas