Por qué me hice socrático
En ocasiones, daba la impresión de que a aquella selección brasileña del año 1982 no le importaba demasiado ganar, como si la victoria fuera un trámite agotador y engorroso, un mero ejercicio de contabilidad que no cuadraba con su naturaleza de poetas. Lo suyo era el enamoramiento paciente, la belleza matemática, las geometrías imposibles, los […]