Miedo
Aquel hombre me miraba. Yo estaba metido en la cama, embozado, escondido en mi trinchera, sin atreverme casi a respirar, pero sabía que aquel hombre me estaba mirando y esa acuciante certeza me afilaba los nervios. A veces asomaba la cabeza por la sábana con la esperanza de que el intruso se hubiese ido. No. […]