Nuestro hombre en la barra: Alfonso, una vida en dos bares
Hora del aperitivo en la calle Villegas. La parroquia ingresa en el bar sin cesar, aunque diseminada. Una pareja de sesentones acompaña el cafelito con la ingesta de los deliciosos pimientos rellenos, como si fueran pasteles. Llegan también clientes solitarios a acodarse a la barra, endulzando el vino con la prensa del día. El […]