Todos eran mis pinchos
En el frontispicio de este blog ya quedó el improbable lector avisado: de qué hablamos cuando hablamos de bares. Respuesta: de sentimientos. De la construcción de nuestra identidad, tan asociada al itinerario eterno por nuestras barras predilectas. De emociones coincidentes. Así que todo trago debería contener una generosa dosis emotiva para conquistar de verdad […]