“Bienvenida a casa,
Pequeña gran revolución,
Que con tus pasos marcas un nuevo rumbo
en dirección a nuevas montañas que parecen menos altas”
Izal. Copacabana
Hoy 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down, me estreno en estas lides.
Nunca me imaginé que podría estar escribiendo estas letras, que podría estar celebrando un 21 de marzo, que podría estar mostrando una parte de mi a una parte de vosotros…pero aquí estoy y todo ésto gracias a Alejo, esa pequeña criatura que hace ya 9 meses apareció en nuestras vidas y decidió que iba marcar nuestro nuevo rumbo de una manera muy especial.
“Hola, lo primero que os quiero decir es que vuestro hijo tiene algo que sólo tienen los niños con Síndrome de Down, es superdotado emocionalmente, enhorabuena”.
Me voy a remontar al momento en el que nos enteramos de que estábamos embarazados de nuestro segundo y buscadísimo hijo. Habíamos esperado lo suficiente para volver a ser padres. Candela, la mayor, había sido una “pesadilla” nocturna y necesitábamos “salir del túnel” o lo que viene siendo lo mismo, dormir un poco por las noches, para volver a entregarnos a este segundo capítulo de la paternidad.
En Septiembre del 2015 se confirmaba la noticia. La ilusión, los preparativos, los planes, la magia,…¡estábamos felices! Así fueron pasando los meses que como en todo embarazo se cuentan por semanas, ecografías y pruebas…
Mayo de 2016. Rompo aguas, cuatro semanas antes de lo esperado. 34 horas de parto inducido. Ni yo dilataba ni Alejo empujaba…Cesárea. Alejo parece tener dificultad respiratoria por lo que me privan del “piel con piel” que tanto ansiaba después de tanto sufrimiento.
Finalmente y antes de que se lo lleven a la unidad de neonatos, nos lo presentan a su padre y a mi (presente durante la intervención) “Este es vuestro hijo”. Mis ojos se centran en los ojos de Alejo. Se lo tienen que llevar. Necesito darle un beso y elijo el huequecito que existe entre su mejilla y su pequeña nariz. Mi niño parece que lo siente y mueve su cabecita para demostrarme que necesita de mi cariño. Noto algo…no lo puedo explicar con palabras.
A partir de aquí empieza la historia y el motivo por el cual he decidido escribir este blog. Por él, mi hijo, y por todos los niños que como él nacen en el mundo con capacidades diferentes y por los que tenemos que luchar para integrar en la sociedad.
Hoy es el día para parar y pensar en aquellos que nacen con Síndrome de Down. Todos somos diferentes y como dice la campaña de Down España:
Poco a poco iré explicando más en detalle en cada una de las entradas, cómo nos enteramos de que Alejo tiene Síndrome de Down, cómo fue el impacto emocional, qué ha pasado en estos 9 meses, qué miedos nos invaden, el papel de la familia y amigos, Candela y su sentimiento de protección,…
Me gustaría contaros todo este viaje, ir de vuestra mano en todo lo nuevo que nos vayamos encontrando y aprender de todo aquel que nos aporte valor añadido.
Las opiniones que emita durante las entradas que vaya publicando serán sólo eso, opiniones subjetivas basadas en una experiencia personal, dentro de esa subjetividad intentaré contarlo todo desde un punto de vista lo más objetivo que pueda. Entiendo que cada uno lo vive o lo ha vivido o incluso espera vivirlo a su modo, respetable, como todo. Yo sólo soy eso, una mujer de 36 años, madre de dos hijos, uno de ellos con un discapacidad, que lucha por la felicidad de los suyos y por superar todos los baches que la vida se ha dispuesto a interponer en su camino.
¡Nos vemos en la siguiente entrada!