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Noemí Andrade

Los ojos de Alejo

Después de la tormenta…

“La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
Y un nudo entre las manos
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real
Todo en el mismo barco”

Al respirar. Vetusta Morla

Mientras te duermes en mis brazos, prisionero de un ejército de mocos, me permito el lujo de deleitarme mirándote. Y te repaso delicadamente. Acaricio suavemente tu precioso pelo ¿rubio? y te doy un beso en ese hueco entre la nariz y ese pómulo “como cuando recién naciste, mi vida”. Qué infinito es el querer…

Lo virus finalmente llegaron a casa. Después de un invierno cuasi perfecto sin ninguna baja que resaltar más allá de un ruidoso “boca mano pie”, ha llegado una primavera muy silenciosa a la par que puñetera. Hemos pasado 4 semanas con bajas intermitentes. Prueba superada, por el momento. Vamos ganando batallas y ese ejército tan molesto empieza a rendirse, ¡A por ellos!

Hace un rato he escuchado a un tal Albert Espinosa, ha sido la primera vez en mi vida que oía unas palabras tan sinceras, sentimiento desde lo vivido y no tanto desde el discurso maquillado de quien no sabe qué es VIVIR en la vida y se permite la licencia de dar lecciones por doquier de un optimismo vital nada más alejado de la realida porque, tal y como dice Albert Espinosa, “La vida consiste en ser feliz hoy”.

Voy a hacer un repaso…

El mes de marzo ha sido un mes muy especial para nosotros (bueno, realmente lo es desde hace 13 años). La Fundación Riojana para la Innovación se puso en contacto conmigo a través de nuestra querida amiga Inés. Sabían de la existencia de este blog y querían proponerme participar en una jornada denominada “Dale la vuelta” y además en uno de los días más importantes para nosotras, las mujeres, el 8 de marzo (Sé de la controversia al respecto, sí, ojalá no tuviéramos que celebrarlo o ¿es que existe el día internacional del hombre? totalmente de acuerdo, pero permitidme deciros que creo que queda mucho por hacer, mucho que reclamar, mucho y más allá de la jornada reivindicativa, hay una realidad, no nos engañemos y debemos seguir trabajando en contra de la discriminación, de la violencia machista, de la desigualdad salarial,…Empoderamiento, sororidad, corresponsabilidad, ¡qué bonitos nombres tenéis!)

Volvamos a la jornada en cuestión que me disperso. ¿Y de qué trata eso de “Dale la vuelta“? pues esto es lo que me contestaron desde la Fundación Riojana para la Innovación cuando les pregunté:”Se trata de una actividad dirigida a innovadores, emprendedores, empresarios, profesionales, estudiantes y sociedad en general que tiene como principal objetivo mostrar y demostrar cómo es posible sacar proyectos adelante,  sean personales, empresariales o sociales, poniendo de manifiesto que las oportunidades existen, sólo hay que buscarlas y que la palabra imposible no existe.” y os preguntaréis ¿y qué hace Noe allí? Os invito a ver mi ponencia, si queréis, y así lo entenderéis (sí, esa soy yo..)

Confieso que se convirtió en un día especial por muchos motivos.

  1. Porque ha sido mi primera ponencia hablando sobre ti, Alejo, sobre cómo llegaste a desordenar mi mundo, sobre mis sentimientos. Y he de decirte que mientras hablaba te imaginaba ahí sentadito con tu contagiosa sonrisa, mirándome.
  2. Porque disfrutamos de un magnífico día con grandes amigos.
  3. Porque conocí a mujeres luchadoras, emprendedoras y tan geniales como sus propios proyectos a cada cual más interesantes: Tania Lasanta, que desde 2015 ayuda a emprendedores a crear proyectos con corazón (además forma parte del equipo de creación de contenidos de Extraordinaria -la comunidad de mujeres emprendedoras que quieren vivir de su talento). Leticia Zorzano, y su empresa “Castillo de Aguas Mansas” de cultivo de azafrán, proyecto por lo visto único en la región. Amaia Iza, creadora de una escuela de ajedrez llamada Caissa y fiel defensora de los beneficios personales de la práctica del ajedrez. Mati Romero, una genial sevillana inventora del “olor a cofrade”. María Matute, si alguna vez queréis ver planes para hacer en familia en La Rioja, ni dudéis en consultar “El Balcón de Mateo“. Y Nuria San Servando, creadora del libro infantil “Adriana con G” una historia sobre una niña (su hija) y sus gafas.
  4. Y porque papá y yo nos emocionamos, lloramos, volvimos a casa de la mano y nos abrazamos tan fuerte que recordamos el porqué de todo.

A las pocas semanas de mi ponencia se acercaba el 21 de marzo, ya sabéis, el Día Mundial del Síndrome de Down. En las redes sociales ya se vislumbraba el movimiento que luego durante el día en cuestión, se conviritió en algo parecido a una locura. Campaña de Down España La suerte de tenerte (por cierto, muy pero que muy acertada, como siempre), calcetines de colores y desparejados, fotos en redes sociales, artículos en prensa, en revistas, vídeos. Muchos de sus protagonistas, nuestros amigos. Mi móvil echando humo. Algunas personas se acordaron de ti, Alejo y me mandaron mensajes cariñosos. A eso de las 20:00 yo subí a Instagram mi primera y última foto del día al respecto. Los peques lo celebraron en clase. Mi niño fue el prota ese día, era su día. Mi niña llevó sus calcetines de colores totalmente henchida de orgullo “porque mi hermanito tiene Síndrome de Down”. Todo por la visibilidad aunque a veces te apetezca más ser invisible…

Y llegó la calma. Las ganas de respirar el sonido de los pájaros, de escuchar el verde de los árboles como peaje a la libertad y a la felicidad, del azul mezclado con los tonos amarillos y de las pinceladas de ese verde esperanza de un Madrid más bonito que nunca.

“Se dejaba llevar, se dejaba llevar por ti, no esperaba jamás y no espera si no es por ti (…)” Estas letras de Antonio Vega nos acompañan mientras, tu, Alejo, te debates entre dormir o seguir viendo esa película de dibujos animados que tanto te gusta ajeno a todo esto, al blog, a las preocupaciones, a las satisfacciones también, a todo.  Y mientras, con ese movimiento pausado y constante de la butaca mecedora que papá me regaló cuando supimos que tu hermana Candela venía en camino, estamos los dos entrelazados.

Junto con el caracter ese que tiene (Últimamente dices que “no” a todo e incluso te enfadas de brazos cruzados y mirando hacía la pared), está ese espíritu viajero e intrepido que le define. La inquietud por lo desconocido propio de un niño “movido” le hacen tenernos al límite las horas en las que Alejo no está dormido, es decir, muchas. Nos declaramos cansados y creo que se nos ve. Quizás en el intento de tenerlo todo controlado, estamos descontrolando hasta lo controlable. Me decía mi gran amiga Raquel, con la que hablo de la vida a un nivel a veces casi metafísico y que ya nos conoce como para saber con una sola mirada qué nos pasa, que se nos notaba que no estábamos bien. Y yo no podía dejar de emocionarme sin que me viera, mirando hacía un lado y pensando que tenía razón pero que no quería dársela “bueno, es que Alejo no para” esa fue mi respuesta. Es mejor pensar que todo está como tiene que estar y que simplemente lo que pasa es que a veces uno necesita de espacios. Esos espacios de momento no abundan, pero lo harán y quizás será cuando echemos de menos ese “no me da la vida”.

alejo

Hoy estoy más poética que nunca quizás porque lo mío es volar con las palabras. Me equivoqué de profesión.

Hace poco fue el día de la madre. A mi madre le debo todo, lo que fui, lo que soy y ya lo que seré que se mezcla con otras variables que la vida me ha puesto por el camino. Mis niños y su papá me regalaron un libro precioso “Mamá, te quiero y otras cosas que nunca te digo” de Editorial Planeta y con ilustraciones de Verónica Grech. Básicamente es un libro a través del cual se dan las gracias, a ti mamá, a todas las madres del mundo, a mí, por enseñarnos a ser fuertes y valientes (recuerdo a mi madre diciéndome siempre “sé fuerte, hija mía”. Hoy no puedo olvidar esas palabras porque las he recordado en tantas situaciones de mi vida…), por nuestras charlas con nuestros hijos, porque además de ser madres, somos amigas. Porque ellas, nosotras, olemos a hogar (nuestra casa- nuestro castillo), por dejarnos marchar pero echarnos de menos a la vez, por nuestros ratos a solas, por creer en nosotros, por creer en ellos, por dejarnos volar sin cortarnos la alas, por esos valores, VALORES, esos que a veces tanto hacen falta, por dárnoslo todo sin esperar nada a cambio, incluso ese último cachito de ese plato que tanto les gusta, ese sacrificio propio de ELLAS, de las madres, de nosotras.

Me despido en una semana muy de Madrid, muy de San Isidro porque “Madrid te abraza si quieres que te abrace, te observa si quieres que te observe y te ayuda si quieres que te ayude” de Elvira Sastre. Verdad de la buena. Y me despido también en un mes muy nuestro, muy de Alejo, su mes. En nada cumple los 3 y ahí andamos preparándonos para ser más felices que nunca y darle gracias a la vida por habernos enviado a este pequeño tesoro lleno de sorpresas.

¡Feliz fin de semana!

 

Temas

Madre a tiempo completo de dos increíbles niños, de 5 años y 9 meses. Compradora especialista en el terreno profesional. Primeriza en el mundo de las capacidades diferentes. Luchadora incansable de lo justo. Buscadora de la felicidad infinita.

Sobre el autor

Madre a tiempo completo de dos increíbles niños, de 5 años y 9 meses. Compradora especialista en el terreno profesional. Primeriza en el mundo de las capacidades diferentes. Luchadora incansable de lo justo. Buscadora de la felicidad infinita.


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