
Esta es la última canción interpretada por los padres del Heavy Metal, Black Sabbath, el último día de su gira de despedida ‘THE END’ en su ciudad natal, Birmingham, el 4 de febrero de 2017.
La música más grande jamás parida se queda huérfana, así de sencillo. Así de triste.
¡Black Sabbath ha muerto, larga vida a Black Sabbath!.