Treinta y dos años después de su último álbum de estudio, los suizos Coroner regresan con su celebrado Dissonance Theory, una obra que no solo justifica la espera, sino que se convierte en uno de los mejores trabajos del año. Publicado el 17 de octubre de 2025 bajo Century Media Records, este sexto L.P. de la banda es una clase magistral de evolución sin traición, de técnica sin frialdad y de agresividad con puro propósito. Una joya.
Desde el primer riff de “Consequence”, queda claro que Ron Broder (voz y bajo), Tommy Vetterli (guitarra) y Diego Rapacchietti (batería desde 2014) han regresado al mercado sonando a puro Coroner, pero sin repetir fórmulas. El álbum se mueve con soltura entre el thrash técnico que los consagró y nuevas exploraciones progresivas, industriales y hasta atmosféricas. Temas como “Crisium Bound” y “Transparent Eye”, por poner un ejemplo, muestran una paleta sonora más amplia, donde la habitual precisión quirúrgica del combo convive con pasajes más densos y oscuros.

La producción de Dissonance Theory es nítida, poderosa, moderna, permite que cada instrumento respire en su particular espacio, sin competiciones. Vetterli brilla (como siempre) con solos llenos de virtuosismo y emociones, mientras que Broder sigue compaginando su labor al bajo con una generosa entrega a la voz, la cual ha ganado en madurez y profundidad con el paso del tiempo. Rapacchietti, por su parte, aporta una batería que suena muy natural, haciendo gala de un gusto exquisito sin despilfarrar ni un redoble. Es su primer larga duración junto a Coroner y en mi humilde opinión, como baterista que soy, el músico ha pasado el examen de manera sobresaliente.
Supongo que con Dissonance Theory Coroner no han buscado tirar de nostalgia para satisfacer a sus fans (ni falta que hacía), simplemente creo que han sido fieles a su estilo único incorporando la inevitable evolución que aporta la experiencia y la vida misma. En un panorama donde la gran mayoría de bandas más veteranas y clásicas siguen estirando el chicle, envejeciendo mal y sonando a refrito, este disco aterriza en nuestros hogares como un soplo de aire fresco, pasando por la derecha a los últimos álbumes de Testament, Dark Angel, Sodom, Destruction, Machine Head,… publicados también durante este año 2025.
Un disco que sabe a victoria.
¿Te ha gustado este artículo?