Insólito; dícese de aquello no común ni ordinario, desacostumbrado. Y es que ‘Enemigo mío’, el tercer y último álbum de los riojanos Enblanco, bien merece el adjetivo.
Su participación y posterior victoria en la segunda edición del concurso La Rioja Campus Rock, celebrado el pasado año, otorgaron a Enblanco una nueva oportunidad para embutirse en los estudios Sonovision Rock Lab de Logroño bajo la batuta del músico y productor Dan Díez, registrando diez afilados cortes de metal/rock más un remix de los locales Vondage. El plástico, grabado entre los meses de noviembre y diciembre del ejercicio anterior, masterizado en los reconocidos Finnvox Estudios de Mikka Jussila, suena fenomenal. Editado con la discográfica Gaser Discos, ‘Enemigo mío’ despliega un abanico de sensaciones dispares que seguro, precipitará el aplauso de los aficionados más intrépidos y exigentes. Y es que este disco hay que escucharlo con los cinco sentidos, sin prisas, degustando cada nota en cada compás, cada estrofa y cada estribillo.
Desde la primera canción, titulada ‘El pozo’, ya notas que su música ha seguido la senda marcada en su anterior y celebrado ‘Nuestra es la noche’ ( DFX Records ) del 2009, yendo más allá en cuanto a líneas vocales se refiere. Está claro que los riojanos continúan apostando por la inspirada prosa de su cantante Enrique Cabezón, además de insuflar más protagonismo a los coros en este nuevo álbum. La producción de las guitarras bien merece nuestra envidia, suenan poderosas e implacables, cálidas y tiernas cuando la ocasión así lo requiere. En esta ocasión, el bajo y los tambores han quedado en un plano más discreto. No suenan mal, pero no acaban de convencerme. Es una opinión.
Destacar varios cortes, como por ejemplo ‘Días como cuchillas de afeitar’, una canción pegadiza hasta la médula; ‘Caín’, con un riff que suena grande; ‘Yo no’, de un fuerte sabor metálico y ‘Tan fácil’, una lograda y original versión del clásico de los navarros Barricada. En resumen, un trabajo muy equilibrado y magníficamente concebido en su concepto, que sitúa y orienta a Enblanco algunos grados más hacia el Metal que sus dos anteriores obras. Han endurecido su sonido, es cierto, aunque también éste es su disco de más bajo tempo.
Os recomiendo fervientemente su escucha. En este caso, es lo mejor para sacar conclusiones propias y una excelente oportunidad para disfrutar de un buen álbum, ¡por supuesto!.