Aunque continúan en activo y editando trabajos discográficos de manera periódica, el álbum ‘Blood of the Nations‘ (2010) resultará ser posiblemente el último gran disco de ACCEPT.
Desde la edición de su antecesor ‘Predator‘ editado en 1996, el icónico grupo alemán derramaba la sangre de las naciones tras catorce años de silencio discográfico. El tiempo transcurrido no fue en vano y definitivamente ‘Blood of the Nations‘ es un disco casi perfecto donde apenas sobra nada.
Curiosamente fue el primer disco de ACCEPT sin Udo Dirkscheneider (frontman y fundador desde sus comienzos), dando paso al actual vocalista Mark Tornillo junto a Hoffmann y Frank como guitarristas, Baltes en el bajo y Schwarzmann en la batería. Una formación de lujo y con solera que supo exprimir al máximo toda su experiencia musical dando vida a una magnífica obra sonora convertida hoy en un clásico del género.
‘Blood of the Nations’ es el gran retorno de una banda señera del Metal europeo, uno de los mejores discos a nivel global de todo el 2010 y todavía no lo han superado ni creo que logren tal objetivo, pues desde entonces ACCEPT han parido cinco discos más (Stalingrad, Blind Rage, The Rise of Chaos, Too Mean to Die y el reciente Humanoid), pero ninguno a la altura del plástico que hoy nos ocupa.
Un trabajo de estas características necesita y reclama invertir mucho tiempo y mimos para que cada canción resulte lo más perfecta posible, a la vez que conserve la identidad de la banda y aporte una nueva frescura a su discografía.
Y eso no es nada fácil, querido lector. Nada fácil.