De todas las biografías que he leído últimamente, sobre músicos o grupos, y han sido unas cuantas, ahora mismo estoy con una de Bunbury y estas navidades terminé una de Eric Clapton, las que más me han gustado y de largo, han sido “Los trapos sucios”, escrita por Neil Strauss, y que fue el encargado de poner orden en  la ya de por si caótica vida de Motley Crüe, y la de Ozzy Osbourne, “I´m Ozzy”, escrita junto con el periodista del diario londinense  The Times, Chris Ayres.

Resulta curioso, que las dos sean autobiografías, con todo lo que ello tiene tanto de bueno como de malo. Me refiero, a que, hasta que punto son veraces y creíbles las andanzas de estos cinco personajes, que seamos sinceros, son con mucho, las vidas más llenas de abusos del universo del rock. Tanto los Crüe como Ozzy representan el lado mas extremo del lema “Sexo, Drogas y Rock & Roll”. ¿Han tratado de vendernos la imagen de chicos malos que todo el mundo les supone, o han exagerado aún más si cabe, que lo dudo, la mala reputación que les persigue, tratando de mantener  la mala prensa labrada y ganada a pulso a lo largo de los años, a base de escándalos de todo tipo? Sinceramente y conociendo las historias que todos sabemos, puedo decir que, las dos biografías, son de las más honestas que he leído en mucho tiempo. Honesta y adictiva la de Motley Crüe y divertidísima y a ratos dramática la de Ozzy.

¿Qué nos vamos a encontrar, que no conozcamos de la vida del ex – cantante de los Sabbath? Pues de todo. Empezando por su infancia en un barrio obrero de la industrial ciudad de Birmingham y sus primeros pasos con Black Sabbath, hasta el éxito y posterior declive de la banda debido al abuso de drogas y alcohol que llevaron al grupo finalmente a la ruptura.

¿Quien no conoce los famosos escándalos protagonizados por The Madman?. La más famosa, sin duda, la de la paloma que decapitó a mordiscos delante de los ejecutivos de la BBC. O cuando orinó en el muro de El Álamo (Texas). Pero leerlas narradas por el propio Ozzy, es desternillante. “I´m Ozzy”, nos lleva hasta lo más bajo que puede caer una persona, por culpa de sus adicciones, que como veremos, fueron alimentadas por la propia discográfica, quien les proporcionaba todo tipo de sustancias, durante la época de Black Sabbath. Ellos drogados, pobres y engañados, creyéndose ricos por las ventas millonarias de sus discos, mientras la discográfica era dueña absoluta de todo, las casas donde vivían, los coches que conducían y el dinero, del que jamás vieron una libra, hasta que se embarcaron en un largo proceso judicial para recuperar el fruto de su trabajo, proceso del salieron esquilmados por los abogados y que les obligó a embarcarse de nuevo en mastodonticas giras para recuperarlo todo.
Asistimos también a su posterior resurrección, gracias en parte a su mujer Sharon, que como veremos tuvo que aguantar lo indecible para sacar a flote una carrera que todo el mundo, incluido el propio Ozzy creía acabada.

Curiosamente, la de Motley Crüe, cuya autobiografía recomiendo, aunque no se sea seguidor de la banda, tiene muchos puntos en común con la de Ozzy. El más importante, la autodestrucción.

No deja de ser chocante, que en 1984, fueran invitados para ser teloneros de la gira de presentación de “Bark at the Moon”, tercer disco de la carrera en solitario del loco Ozzy. Lo que allí se vivió queda para los anales de la historia de los excesos y escándalos de la historia del Rock & Roll.

Los primeros años de los Crüe, narrados en “Los trapos sucios”, me hace recordar lo que comenté en la reseña que hice del musical “Rock of Ages”, de que todo en Los Ángeles durante los 80, no era tan happy como se retrata en la película, y ello queda bastante claro en los primeros capítulos del libro. A pesar de todo, parece que se lo pasaban bastante bien.
El éxito, es también el otro nexo común de ambos libros, fulgurante en el caso de Motley y apabullante en el de Ozzy, que rivalizaba con sus ex-compañeros de Black Sabbath. Pero el drama, también esta presente. La muerte de Randy Rhoads, en un estúpido accidente, nos privó de uno de los mayores talentos que el rock nos había dado. El choque que sufrió Vince Neil, cuando conducía borracho y que provocó la muerte de Razzle, bateria de Hanoi Rocks, o la dramática muerte de la hija de Vince narrada por el mismo, ponen los pelos de punta.

En resumen, dos libros altamente recomendables, para los amantes del rock, y que nos ayudan a conocer un poco mejor la historia y recordar momentos memorables tanto de Motley Crüe como de Ozzy. Con la de este ultimo os reireis a carcajadas y os sorprenderéis a partes iguales con ambas.

También recomiendo que veáis los episodios dedicados a ambas bandas por el canal VH1, en su programa Behind the Music. Son el complemento perfecto a ambos libros. Aunque no sea muy legal, os los podéis bajar de aquí.

El de Ozzy es este.

El de Motley, lo siento pero no lo encuentro.  Pero si alguien esta interesado que se ponga en contacto conmigo. Nada más sencillo que dejar un comentario o mandarme un mensaje a mi Facebook.

Salva Guillén Etayo para Metal Pesado