Escribo estas líneas mientras escucho ‘La araña’, una de esas perlas que los madrileños Sober han incluído en su último trabajo, titulado ‘Superbia’. La verdad es que se trata de un discazo en toda regla. Una grabación que tendrá buena vejez, no hay duda. Y es que suenan bonitos, meticulosos e implacables. La grandeza de ‘Superbia’, en mi modesta opinión, reside en maridar un buen puñado de afilados y pesados riffs con el mejor ritmo posible y unas líneas vocales de escándalo. Parece sencillo, pero ponte a hacerlo.

Con este disco Sober apuestan por un metal inteligente y moderno, sin perder su seminal estilo, aquel que hace siete años marcó un camino a seguir, tan válido como el de muchos otros, pero con una principal diferencia; cantan en castellano.

Esto de la música es muy difícil, me lo dice siempre mi padre. Y no le falta razón. Es pura lógica. Lo que más vende no es necesariamente lo mejor, y si estos tíos finalmente no acaban triunfando entre el gran público en general, será porque todavía seguimos viviendo en un país de pandereta, tremendamente acomplejado, donde todo lo de fuera es lo mejor y lo de aquí, una mierda soberana.

Mi hijo y yo los disfrutamos en el coche, ¡donde mejor sabe el rock´n´roll!