El sábado 10 de marzo unos pocos afortunados fuimos testigos de la tremenda descarga de heavy/hard rock que protagonizaron Super 46 en el Carpe Diem de Logroño. Tal y como pronosticaba días atrás este humilde blog, el elegante combo alavés se marcó un concierto de bandera derrochando clase por los cuatro costados.
El bolo sonó correcto, muy limpio, todo en su sitio. Desde el primer toque – tal y como le comenté a mi amigo Luis – asomaban actitud y buenas maneras, lo que permitía adivinar un show muy especial y así fue. Temas muy bien hechos, de la vieja escuela, interpretados con gusto, solvencia y sencillez por Fernando Heras a la batería, Manolo Lolín al bajo, Javier Rojo a la guitarra – uno de los mejores hachas que he tenido el gusto de presenciar en directo – y el gran Roberto Potis a la voz y guitarra. Cabe destacar de su repertorio los temas de su reciente y editada demo ‘Llévatelo’, ‘No va a cambiar’ y la instrumental ‘Fuera de pistas’, que sonaron fenomenalmente bien, además de unas versiones increíbles de los clásicos ‘Action’ ( Def Leppard ), ‘Crazy Train’ ( Ozzy Osbourne ) y ‘Siempre estais allí’ ( Barón Rojo ), interpretadas a la perfección. Ésta última le puso la piel de gallina a un servidor, cosechando los aplausos de un entregado respetable llegado desde la vecina Vitoria, Haro y Logroño en su gran mayoría.
En una entrada anterior ya os expliqué quiénes eran Super 46 y su extenso bagage musical, por lo que no me voy a repetir ahora. Simplemente quería expresaros mi desilusión hacia la escasa respuesta de público que tuvo la mágica y gratuita cita. No entiendo como habiendo tanto ‘heavy’ y tanto grupo duro en esta ciudad, una banda de este calibre no consiguió reunir un mayor número de asistentes – que son los antiguos Rock Dam, UTM, Requiem, …¡coño! -. Y es que en estos conciertos es donde verdaderamente se aprende algo. Vale que pertenecen a otra generación antaño protagonizada por chupas de cuero, litronas, pelo largo e insumisión; pero no olvidemos que son los mismos músicos que ensalzaron el movimiento llevándolo hasta lo más alto y que gracias a ellos hoy podemos seguir disfrutando de algo tan nuestro.
En resumidas cuentas y para los más jóvenes del sector; el Señor de los Anillos, los dragones y mazmorras, las princesas en apuros, Satán, los vikingos, Nostradamus y la madre que los parió, están muy bien y molan mucho, pero por favor no olvidemos nunca las raíces del rollo. Sin músicos como los que forman Super 46 y otros tantos, esto no hubiera sido lo mismo.
¡Larga vida al heavy rock!