El pasado viernes 1 de julio, los aficionados riojanos al metal extremo pudimos degustar un concierto brutal en la logroñesa Biribay. Los culpables fueron las bandas locales Devastion y Ataxia-F. El local registró una magnífica entrada, generando un ambiente propicio de camaradería y buen rollo que perduró a lo largo de toda la velada. Y es que ya lo decía el bueno de Pedro Bruque, el heavy no es violencia.
Los encargados de desvirgar el acto fueron Devastion. Como en anteriores ocasiones, volvieron a regalarnos su Thrash Metal ochentero, ésta vez, con más temas propios. Su repertorio crece al mismo ritmo que su popularidad. Rubén y Charly repartieron tralla al personal disfrutando de un buen sonido y mucho buen hacer. Da gusto ver a dos músicos disfrutando con su desnudo metal, sin ornamentos de artificio ni forzada pose. ¡Esto es música de verdad!.
Cerraron el show los de Briones. Ataxia-F, reforzados con Ritu ( ex Deception ) en la guitarra, azotaron los cimientos del Biribay con su Death Metal tosco y rudo, el que huye de florituras y siente alergia por la melodía. Me recordaron mucho la escena death de los primeros noventa. Una escena que afortunadamente viví en mis propias carnes y que tan bien reproducen estos chicos, con unas canciones de verdadero infarto. Cuando los escucho siento mucha similitud con la de antaño. Mucha culpa la tiene Iván, el vocalista del grupo. Sus guturales son mano de santo, ¡lo juro!. Ataxia-F no son nuevos en esto ( formados en 2003 ) , ya saben de qué va el cotarro. Solo espero y les deseo una cosa. Ójala algún día consigan grabar un disco que les haga justicia sonora, porque cuando llegue ese momento, los ojos de todo el país se fijarán en ellos.
Por cierto, durante el crudo evento pude charlar con numerosos músicos de la escena riojana que hacía tiempo que no veía. Uno de ellos, Diego ( ex Aposento, ex Fossor ), me comentó que ha formado una banda junto con unos amigos y que poco a poco están dándole forma al asunto. Lo suyo, como no podía ser de otra manera, es el Death Metal Old School, ¡por supuesto!.
¡Nos vemos en la siguiente!.