Yo, Javier Campos, autor de estas crónicas ‘majas’ de ciudad que irán siendo desgranadas bajo el sugerente título de Nanay de Logroño, juro decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre lo que mis ojos vean, mis oídos escuchen, mi nariz huela, mi paladar guste y mi tacto palpe… amén de intentar utilizar, cuando el asunto así lo requiera, un ‘sexto sentido’.
Con mi mano derecha apoyada sobre un ejemplar de Diario LA RIOJA y mi izquierda sosteniendo una copa de vino (también de Rioja, of course), sirva esta declaración ‘jurada’ de intenciones como comienzo del juicio escrito al que desde este blog serán sometidas tanto las actuaciones de nuestros gobernantes como de nosotros mismos, sus gobernados…