El antiguo colegio San José de los Hermanos Maristas en el peatonal Paseo de las Cien Tiendas, las primitivas Bodegas Campo Viejo en los terrenos de Cascajos limítrofes a la estación del ferrocarril, la vieja fábrica de Envases Carnaud en el otrora dinámico polígono de San Lázaro…
Grandes proyectos urbanísticos cocidos al fuego del boom del ladrillo y sus múltiples guisos constructivos que, pinchada la burbuja inmobiliaria, parecen haber saltado por los aires.
Son sólo algunos de los ejemplos de lo que podrían denominarse solares ‘Ni-Ni’, aquellas parcelas ‘vacías’ importantes por su ubicación o relevantes por su posición estratégica en las que, al menos de momento, ni se construye ni se construirá…
Operaciones cerradas entre particulares en cifras mareantes, compraventas cifradas en millones de euros en años en los que en plena fiebre de grúa y andamio nadie pensaba que la crisis económica diese al traste con semejante disparate.
A día de hoy, y con la que está cayendo, es hora de hacer balance: la valoración desmesurada (cuando no escandalosa) del precio del suelo benefició a quienes vendieron en el momento justo, pero ¡ay de quienes compraron en el equivocado!
P.D.
Hay quien sostiene que las decisiones intuitivas aciertan más que las supeditadas a la razón… Visto el caso de Maristas (la fotografía es de Miguel Herreros), ¿qué pensarán de todo ello los Padres Escolapios?