No es exclusivo de Logroño pero, he aquí, este ciudadano de a pie ya advirtió el problema nada más llegar a la capital… Entonces llamó su atención la avenida Club Deportivo, pero luego también pudo ver cómo la situación se daba en la calle Huesca, la céntrica Gran Vía, la mismísima Laurel y en cualquier cerramiento de obra o bajo desocupado con signos de abandono visibles…
Hoy, el fenómeno de la pegada indiscriminada de cartelería y su no retirada nos brinda una nueva imagen: cartel tras cartel, brochazo de cola tras brochazo de cola, los aglomerados de papel dicen basta y, dependiendo de la hora, pueden llegar a suponer un serio riesgo para el peatón…
La fotografía ha sido tomada en la avenida de Colón, donde las vallas perimetrales del solar que en su día ocupó el Colegio San José (Hermanos Maristas) se prestan ahora a anunciar todo tipo de evento (tanto públicos como privados…) ganando grosor y más grosor con el paso de las semanas hasta que las propias leyes físicas dicen ‘hasta aquí hemos llegao’…