Ya de vuelta:
Sólo lo justo y necesario. Nos lo han dicho por activa y por pasiva: el Ayuntamiento de Logroño gastará a partir de ahora lo justo y necesario. Las circunstancias mandan y la caja está para contadas alegrías. La racionalidad se impone a la fuerza si bien, y como dice el refrán, más vale maña para cuadrar tan circulares cuentas. De poco sirve congelar gastos si no suben los ingresos o reducirlos de aquí y de allá si aquellos siguen cayendo en picado… O gastos e ingresos van de la mano o el paseo se antoja intransitable.
El reto, parece claro, está en acertar con qué es o no prioritario. La reflexión viene a cuento porque no deja de sorprender que justo cuando se está invirtiendo casi 1,7 millones de euros en un centro cívico para el barrio de Yagüe, las viviendas de una de las calles que delimitan la parcela, Valdegastea para más señas, muestran tal vez las mismas aceras que pisase el propio general franquista hace ahora 60 años.
¿Quién apostó por derribar las viejas escuelas planificando un centro cívico de tres plantas en un barrio de apenas 2.000 habitantes cuando justo al lado urge adecentar el acerado que provoca caídas día sí, día también?
Imagino que el ejemplo no deja de ser uno más de la lista que a buen seguro podríamos elaborar entre todos los vecinos de la capital regional. No sufran nuestros políticos por tal lista: no será más larga de… lo justo y necesario.