Pese a no dejar vencedores ni vencidos, el Debate sobre el estado de la Ciudad sí que ha servido para hacernos una idea de lo nos puede deparar la carrera electoral hacia la Alcaldía de Logroño…
Visto lo visto y, sobre todo, oído lo oído, sólo las urnas serán quienes, de manera legítima, arbitren un conflicto en el que parecen claro los bandos: PSOE y PR, por un lado, y PP, por el otro.
Las dos jornadas de discursos e intervenciones nos han dejado numerosos gestos de entendimiento y no pocas muestras de complicidad entre los dos partidos que a día de hoy gobiernan bajo la denostada, al menos por la oposición, fórmula del ‘bipartito’ para, al mismo tiempo, evidenciar el aislamiento en que, voluntariamente, parecen hallar su estrategia los ‘populares’.
Si ayer, durante la jornada inaugural, esa misma en la que solo y exclusivamente interviene el alcalde para rendir cuentas y hacer balance de su gestión, ya dije que su prosaica enumeración de logros transcurrió sin sobresaltos y con la monotonía propia de cualquier listado que parece no tener fin; hoy, día reservado para el debate puro y duro, el discurso pausado y natural de Tomás Santos cambiaba radicalmente tornárdose en energía y convicción para repeler el ataque bien orquestado por Cuca Gamarra y los suyos…
Faltaría a la verdad si no dijese que la portavoz del Grupo Municipal Popular y ‘aspirante’ a alcaldesa estuvo bien… muy bien. Cuasi-perfecta, me atrevería a decir… Un discurso vertebrado (y mejor preparado) en dos partes claramente diferenciadas (crítica destructiva y constructiva a tiempos iguales) en las que tras poner de manifiesto la urgente necesidad de cambio pasó a poner sobre la mesa su programa electoral… si bien siete meses antes de las elecciones.
Ello le valió ser tachada de ‘mitinera’ tanto por PSOE como por PR; no obstante, el alcalde, sabedor de que no podía renunciar al envite, asumió su papel y, torero de plaza grande, se creció para responder con contundencia todas y cada una de las preguntas, por no decir acusaciones, que fue lanzando Gamarra.
De hecho, fue el turno de réplica el que desequilibró el lance… La ‘aspirante’, ya sin papeles y sin un guión al que agarrarse, pudo comprobar cómo la serenidad de quien se sabe con más tablas inclinaba la balanza a su favor…
Santos no sólo no esquivó ningún dardo, sino que, lejos de aceptar su condición de diana, se rebelaba y contraatacaba con las mismas o incluso más armas. El resultado, en cualquier caso y sin votos ni papeletas de por medio, dependerá de militancia y simpatías…
Sin embargo, y a juicio de este humilde observador, tras prácticamente tres horas de toma y daca entre Santos y Gamarra, alcalde y candidato y candidata a alcaldesa respectivamente, nos dejaron claro que, hoy por hoy, el actual regidor municipal gana en el vis a vis.
Santos, próximo, campechano y educado, como siempre, da la talla en el cara a cara… Vale que cuando lee no es el mejor orador del mundo y no falta quien le atribuye un perfil político medio-bajo…
Pese a ello, sus detractores no deben olvidar que, tratándose de política municipal como se trata (y por tanto, la más cercana de las políticas), el alcalde del PSOE goza de buena imagen pública y ni sus palabras ni actuaciones le generan especiales enemistades…
Y es precisamente ahí donde radica su fortaleza… Y Cuca Gamarra lo sabe. Y Pedro Sanz también lo sabe…
Quizás resida en tal circunstancia el motivo por el que el PP prefiera dedicarse a desgastar la imagen de quien tachan con ironía de ‘segundo alcalde’ en referencia al regionalista Ángel Varea.
Quizás ahí esté una de las claves del 22-M y Gamarra y Sanz, lo que de verdad pretendan, sea menoscabar a la parte más débil de la coalición dinamitando las posibilidades electorales del PR.
El tercero no es un quizás, sino una certeza. A ellos sólo les vale una única posibilidad: ganar con mayoría absoluta o ganar con mayoría absoluta… Da igual de donde ‘pesquen’ la decena de votos en la que parece que se decidirá todo.