Han pasado más de tres años desde su aparición y, sin embargo, ‘tapiado’ a cal y canto, lo más probable es que para una gran mayoría siga siendo uno de los secretos mejor guardados.
El hallazgo del depósito de agua que evidenciaba que hubo un asentamiento romano en Logroño, según podía leerse un lejano 3 de junio de 2007 en Diario LA RIOJA, continúa oculto… Un muro de ladrillo y cemento se ha encargado todo este tiempo de que el en su día publicitado descubrimiento apenas haya salido de su anonimato…
Paseando por el corazón del Casco Antiguo de la capital de La Rioja, ahora que parece ser que ya ha dejado de necesitar marcapasos, el cartel anunciador sólo sirve de reclamo para la pequeña abertura que permite ver qué fue de la intervención arqueológica en Ruavieja 21.
Depósito ‘hidraúlico’ de cronología romana (lo de menos es que la tilde de hidráulico la sitúa en la u y no en la a como sería lo correcto y deseable), puede leerse… pero, ¿verse? ¿qué es lo que se puede ver?
Miren por el hueco que aquí les ofrecen estas crónicas ‘majas’ de ciudad y juzguen ustedes mismos: maleza y malas hierbas con… peligro serio de incendio (sobre todo durante los pasados meses de verano).
Vuelvan ustedes ahora a mirar el cartel anunciador: Ayuntamiento de Logroño / Unidad de Casco Antiguo y Patrimonio Histórico… ¿No creen que ha llegado la hora de pasarse, preguntar y, si nos dejan, pedir las explicaciones que correspondan siempre y cuando, con un poco de suerte, no nos remitan a su pasado romano?