Misma opinión, distintos formatos… Aquí les dejo dos valoraciones de un servidor sobre las últimas novedades conocidas en torno a la subestación eléctrica del barrio de Cascajos: una escrita y la otra audiovisual.
Ambas, independientemente de su soporte, dejan en el aire la misma pregunta: ¿Quién o quiénes pagan a día de hoy las consecuencias del ‘no traslado’ de las polémicas instalaciones de Iberdrola en la calle Marqués de Larios?
1) Daños colaterales a falta de decisión
Como si de una revisión del mito del eterno retorno se tratase, el futuro de la subestación eléctrica de Cascajos vuelve a la actualidad sin que nadie, al menos por el momento, se atreva a decir qué va a pasar con las polémicas instalaciones de Iberdrola aledañas a las obras del soterramiento, pero con la certeza de que, cíclicamente y cada cierto tiempo, volverá para recordarnos y recordarles que sigue a la espera de una solución.
Mientras ésta llega, la Defensora del Pueblo de La Rioja ha instado a trasladar la subestación objeto de la polémica fuera del casco urbano y el Ayuntamiento de Logroño ya ha respondido diciendo que eso es precisamente en lo que lleva trabajando desde hace más de seis meses… sin descanso pese a que pueda parecer lo contrario.
El concejal de Movilidad Urbana, Domingo Dorado, salía ayer al paso de las declaraciones de María Bueyo Díez Jalón informando de que, al igual que se ha conseguido hacer con la subestación proyectada en Baltasar Gracián reubicándola en el polígono de La Portalada, los planes municipales pasan por hacer lo propio con la que actualmente presta servicio desde Marqués de Larios. Iberdrola, mientras tanto, calla y ¿otorga?
Los vecinos… ¿Qué dicen los vecinos? Sabedores de que en la teoría se les ha vendido que el traslado más allá de la circunvalación es técnicamente inviable, mucho me temo que, y también hablo como vecino de la zona, en la práctica, el futuro de la subestación pasa por su reubicación dentro del futuro PERI Ferrocarril. ¿Lo suficientemente alejado de las viviendas como para dejar satisfecho al vecindario? Solo el tiempo lo dirá… aunque, en principio, no dejaría de ser un mal menor.
Ahora bien, a día de hoy, lo único seguro es que el encallado conflicto ha comenzado a desplazar las voces de protesta desde Poeta Prudencio (donde iba a trasladarse en principio la subestación) a Marqués de Larios, cuyos inquilinos más cercanos al ‘monstruo’ aseguran sentirse daños colaterales del pimpampum que mantienen la administración, la compañía eléctrica y otros vecinos más activos y más influyentes políticamente.
2) ¿Quién paga las consecuencias de no trasladar la subestación?