“Nunca sabes qué te vas a encontrar cuando suena el teléfono…”. Si contundentes son las palabras, más contundentes si cabe son aún los hechos. Como aquella noche en la que un hombre desesperado llamaba al 112 advirtiendo de sus intenciones de quitarse la vida para, apenas unos segundos después, volver a descolgar y escuchar cómo alguien alertaba de que había visto a un vecino saltar por la ventana.
No quiero que pasen más días sin hacer mención a lo vivido durante el pasado fin de semana en el
Centro de de Coordinación Operativa, más conocido como
SOS Rioja, durante la elaboración del reportaje
Las voces tras el teléfono de emergencias , publicado este domingo en
Diario LA RIOJA.
Horas intensas del turno de mañana de sábado, curiosamente el día en que más incidencias se gestionan en un servicio que no entiende de festivos ni de vacaciones…
Personajes tan humanos como
Pilar, una de las veteranas, curtida en mil y una llamadas y tan sacrificados como
Nacho, quien al frente del mismo, saca pecho por el camino recorrido y sigue mostrando la misma ilusión del primer día para seguir en vereda… Un tipo que, como jefe del CECOP, habla de lo que hace con la misma pasión de un enamorado…
Como en el periodismo, en el 112 “no se desconecta nunca”, me confesó la jornada en que junto a Jonathan Herreros fuimos testigos del funcionamiento de SOS Rioja. “Eso sí”, me precisó, “el día que me jubile tiraré el móvil”. Yo, amigo Nacho, con menos años, espero poder prescindir de él mucho antes…